"Con mi micro scooter, me siento un winner"
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A la hora de moverse

No es que esté en contra del uso de determinadas cosas en relación a la edad de la persona. Que si queda bien, o no. Pero no puedo evitar ver en toda la ciudad de Zürich esos benditos monopatines para grandes y chicos.

Ante todo debo confesar que me he subido alguna vez a uno de esos tan prácticos medios de movilidad, pero jamás le di el uso que veo que le dan.

Hace unos días atrás estaba en la estación principal de trenes de Zürich y veía pasar a la gente con esos «cacharritos» a velocidades asombrosas.Temibles, agregaría. Sin cuidado, con actitud mansa, despreocupados, casi profesionales del monopatín. No lo podía creer, tenía que estar mirando para todos lados y tener cuidado de que no me afeiten los talones con esos objetos metálicos.

Fue ahí cuando me hice la imagen del futuro. De esas imágenes que te muestran en la películas de Hollywood. Esas imágenes donde ves al gentío en multitud y que, como estás en el año 2054 las personas se mueven con medios que vuelan al ras del suelo. Hagan la prueba de ir a la estación central y van a entender de lo que estoy hablando, solo que claro, seguimos en el 2011. Año que de alguna manera todos creíamos que íbamos a estar volando con aparatos tecnológicos, bueno, siento comunicar que las películas a veces le erran con los años al imaginarse el futuro.
Por más futurístico que suene el año 2011, -leelo de nuevo : año 2011- no tenemos medios que nos permitan andar flotando por el aire. Invento que de todas maneras, carecería de sentido. Y digo más, que si me tengo que imaginar una conversación entre dos diseñadores de avanzada sería así:

-Ya encontré la solución para el tema de la movilidad en la estación para la gente.
-Contame.
-Es así. Son como unidades individuales que vuelan al ras del piso. Te muestro el dibujo que hice.
-Y por qué volar ?, no es más fácil ponerle rueditas ?
-Ah, mirá. No lo había pensado. Yo decía lo de volar porque como estamos en el año 2011, yo que sé. Se ocurrió.

Y gracias a ese invento, la gente se lleva su monopatín donde sea que vaya porque es de alumino y no pesa nada. Y cuando ven una bajada, o están un poquito más apurados que antes, desenvuelven el artilugio móvil y se montan en él cuál niño de cinco años. Y así llegan al trabajo. Arriban a la oficina con eso. Van por los pasillos andando, y las secretarias corriendo detrás con todos los mensajes para ellos.

Pero eso no es todo. Vieron los palos que la gente usa para caminar? Esos que son muy parecidos a los de Ski. Yo entiendo perfectamente el uso de esos dos estabilizadores en caminos de montaña, o un tanto sinuosos. Pero hay mucha gente que cuando piensa en caminar, se le viene automáticamente la imagen de los palos y no importa donde sea la caminata, ellos los llevan. Y yo muchas veces me pregunto cuál sería la diferencia si esta gente caminara sin esos palos. A veces me dan ganas de acercarme, sacárselos de prepo y ver si aún sin ellos la persona puede seguir caminando. Y agregarles: «Dame esos palos!, Ves !, podés caminar igual !, no hay inclinación acá !,esto es asfalto ! 180 grados, no pasa nada !»

Así y todo, estas personas me alegran el paisaje en Zürich. Cada vez que avisto un personaje de éstos, me doy vuelta para compartir algunas observaciones con quien sea que esté a mi lado. Generalmente es mi mujer, que puede preveer lo que yo estoy por decir y se adelanta con un « Sí, ya sé ». Y me « corta el chorro », como bien decimos en Argentina.