Michelle Bachelet se proclamó ganadora de la presidencia de Chile, Sebastián Piñera la visitó para reconocer su derrota, y frente al comando oficialista la principal avenida de Santiago era un carnaval: Chile acababa de elegir a una socialista divorciada como primera presidenta de su historia.
Bachelet, afirmó "fui víctima del odio y he dedicado mi vida a revertir ese odio", en su primer discurso en el que anunció un gobierno "para todos los chilenos y todas las chilenas". En un discurso de quince minutos ante medio millón de partidarios que la ovacionaban, y por momentos afónica, prometió trabajar incansablemente, "porque no hay tiempo que perder, son sólo cuatro años".
Bachelet ganó en las urnas con un 53.49 por ciento de los votos, contra un 46.50 por ciento de su rival, el empresario derechista, Sebastián Piñera.
En su discurso preguntó "quién hubiera pensado hace 20 o hace diez o cinco años atrás que Chile elegiría como presidenta a una mujer".
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