Iker y Rafa se retaron en el Bernabéu por una causa solidaria: la lucha contra la malaria en los países empobrecidos; una iniciativa de la Cruz Roja Española. El juego consistía en ver a los deportistas midiéndose en sus respectivas disciplinas. Iker afirmó que querían "hacer una cosa graciosa, distinta", para que la gente se lo pasase bien.


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