Centroamérica recibe con beneplácito la integración energética

Analistas preven una brecha entre Centro y Sudamérica provocada por el proyecto.


La construcción de una refinería regional, la instalación de un gasoducto y una termoeléctrica, así como una planta de gas forman parte del ambicioso proyecto de integración energética que fuera firmado el pasado martes 13 de diciembre en la ciudad de Cancún, por los mandatarios de todo Centroamérica, Mexico y Colombia.

El acuerdo, según versiones de la prensa en la región fue recibido con beneplácito a pesar de las señales encontradas que fueron lanzadas por algunos analistas del sector que destacaron la posibilidad de que se abra una brecha entre Centro y Sudamérica, teniendo a México como posible elemento desestabilizador para la región, pues los países sudamericanos -lo mismo el Mercour, que los países Andinos- han encaminado sus pasos en la creación de un proyecto similar.
Según este acuerdo, en el 2006 se debería empezar a construir la línea de interconexión eléctrica entre México y Guatemala.

Beneplácito en la región
Guatemala destacó que México, Colombia, Centroamérica y República Dominicana acordaron impulsar siete proyectos energéticos en total que garantizarán el abastecimiento de hidrocarburos en la región.
Las iniciativas, que esperan también reducir la dependencia del exterior y atraer inversiones, comprende la construcción de una refinería, una planta eléctrica a base de coque (combustible obtenido de la calcinación o destilación seca de carbón mineral) de 350 megavatios y la red de gasolineras de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Asimismo, la integración eléctrica México-Centroamérica Colombia, un gasoducto regional en el que se invertirían 2 mil millones de dólares.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aportaría 750 millones de dólares para instalar la refinería en un país de Centroamérica para producir unos 250 mil barriles del crudo Maya.
El ministro de energía de México Fernando Canales Clariod aseguró que seran los gobiernos de los 10 paises participantes y la IP los encargados de la inversión, señalando además que México no utilizará recursos públicos en el proyecto.

Los diarios salvadoreños, por su parte, señalaron que la cumbre energética mesoamericana celebrada en Cancún terminó sin mayores compromisos y con el principal obstáculo de cómo financiar la construcción de una refinería en el istmo.
La prensa nicaragüense indicó que la Declaración de Cancún cristalizó las conversaciones ministeriales que habían avanzado en la ciudad de León, Nicaragua y Medellín, Colombia, en días anteriores.
El canciller Norman Caldera había afirmado que tenían grandes expectativas por los acuerdos y la próxima definición del país sede de la refinería, que es codiciada por Panamá, Costa Rica, Guatemala y Nicaragua.
Caldera expresó optimismo por los proyectos que ayudarán a paliar la crisis energética que enfrenta Centroamérica por el alza de los precios del petróleo en el mercado internacional a lo largo del año.

Proyecto modesto
Por su parte el periódico costarricense La Nación publicó: "Baja impulso a refinería regional", al anotar que el esbozo del proyecto energético fue más modesto de lo previsto, ya que sólo se decidió evaluar la factibilidad técnica y económica antes de concretar planes.
La instalación del gasoducto y la refinería será abordada en la nueva cumbre en mayo de 2006, cuando concreten el plan anunciado por los 10 gobiernos interesados en un mercado común de petróleo, gas natural y electricidad, relató el diario.
La prensa panameña reportó los resultados de la cumbre sostenida el martes en Cancún y señaló que la refinería estará sujeta a estudios para evaluar la factibilidad de los proyectos y ordenar y priorizar los componentes del plan energético.
Los mandatarios volverán a reunirse a finales de mayo en República Dominicana para conocer los estudios.

Latinoamérica podría partirse
Aunque consideran factible la integración energética algunos analistas del sector advirtieron que México podría convertirse en un factor de división entre las naciones de esa región y Sudamérica.
"Con la iniciativa de integración del presidente Fox se abre una brecha energética y política en el continente", advirtió Jaime Brito, de la consultoría PFC Energy.
De acuerdo con el especialista, el proyecto se trata de un viejo anhelo que responde a varias iniciativas que se trabajan desde hace algunos años. Recordó que en el caso del gasoducto a finales de 1999, los gobiernos de México y Guatemala firmaron un Acuerdo de Complementación en Materia Económica y Transporte de Gas Natural para liberar de aranceles al comercio de este energético.
Por su parte, George Baker, director de Baker and Associates Energy, indicó que específicamente en el caso de la refinería se podrían crear diferencias con el gobierno venezolano. México, añadió que la puesta en operación de este complejo vendría a sustituir el Pacto de San José, "pero hasta ahora nadie ha preguntado al gobierno de Hugo Chávez si está de acuerdo con ello, ya que ese país aporta 50% del crudo que consumen los países miembros del pacto".
Ambos analistas señalaron que la integración energética es factible, porque en otras partes del mundo se camina en esa misma dirección.
No obstante, alertaron que Latinoamérica podría partirse, "porque mientras los países centroamericanos buscan obtener el apoyo de sus vecinos del norte, Cuba, Venezuela, Argentina, Brasil y ahora Bolivia encaminan sus pasos a otra integración", dijo Brito.

Los firmantes de la "Declaración de Cancún" y participantes del proyecto de integración energética: México, El Salvador, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Belice, Colombia y Nicaragua.