Chucho Valdés, el piano man de Cuba, arriba a los 66 años con unas catorce nominaciones y cinco Premios
Grammy, Honoris Causa de Universidades, galardones de todo tipo. Algunos llegaron tarde, pero, nunca es
tarde si la dicha es buena.
El gigante que más parece un basketbolista que un pianista, es la estrella del piano jazzístico del mundo.
Reconocido en todo el planeta, se ha presentado en los mejores escenarios del mundo. Desde que comenzó a
viajar con grupos de jazz cubano y con Los Irakere, en 1970, causó asombro por su entrenamiento musical,
sus composiciones afrocubanas (vale decir cubanas con acento bien marcado en lo africano) y su soberano
talento heredado de su padre Bebo Valdés, súper estrella del firmamento musical cubano.
No crean ustedes que la trayectoria de Chucho fue sobre ruedas, obstáculos hubo, críticos nunca faltaron,
detractores escondidos de las columnas abundaron. Atravesó problemas personales muy tormentosos en los
inicios de la década de 1960, cuando levantaba vuelo confiado en su futuro. Los escollos lo compulsaron a
seguir.
Cuando compuso su obra maestra Misa Negra, los "sabios de la música" la descartaron. No sabían que se
trataba una obra descomunal, de un clásico del latin jazz mundial.
Chucho fue perseverante, sabio en lo que andaba, sabia hacia qué puerto se conducía, tenía el concepto claro
de la música de su tiempo.
Tenía una bandera musical, una meta, una guía, un equipo de compañeros musicales (Los Irakere) con mucha
sed de triunfos, con mucha música por dentro, con todas las ideas y las esperanzas en una nueva vida musical.
Esa fue la trayectoria de Chucho, con sus avatares, sus metas y sus triunfos. El triunfo corona los esfuerzos.
"Por eso no dejo de estudiar -me dijo Chucho en el último encuentro que tuvimos en el Varadero Jam Session-,
la cuota de horas de estudio nunca la he abandonado, esa es mi cruz y mi suerte".
Chucho nació un 9 de octubre de 1941, en Quivicán, Provincia de La Habana, Cuba
Felicidades para Chucho, es uno de nuestros clásicos, de nuestos grandes maestros a la hora de presentar lo
mejor de nuestra música cubana, caribeña, americana y universal.