Coca o cocaína?

La reciente elección de Evo Morales como presidente boliviano, abre, como nunca antes, unas expectativas que van desde la nacionalización de sus abundantes recursos naturales hasta la legalización del cultivo de la hoja de coca. Paralelamente, en marzo de este año, se realizará en Viena la reunión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, que entre sus más importantes propuestas está, precisamente, la prohibición del cultivo de ésta planta ancestral.

El cultivo de la hoja de coca será de crucial importancia para la reforma de la política de drogas a nivel global. Muchas organizaciones europeas, defienden que se tendría que asegurar que esta propuesta esté bien apoyada por los diferentes gobiernos de la Unión Europea. Contrariamente, y con más que justificada razón, millones de campesinos de Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador, se resisten a que se les prive de este cultivo que conlleva hasta ritos ancestrales; y sobre todo, que les significa el sustento básico de una vida digna.

Desde inicios de los años 80, los campesinos de estos países sudamericanos, vienen resistiendo a las operaciones forzosas de erradicación de la hoja de coca que los respectivos gobiernos han venido realizando con la financiación directa de los Estados Unidos. Con la llegada de Evo Morales a la presidencia boliviana, estos intentos de erradicación del cultivo de esta planta, podrían dar un giro radical, teniendo en cuenta que en sus primeros discursos, el flamante presidente destacó que no permitirá que se le prive al campesinado boliviano de su sustento diario.

Sagrada y ancestral referencia étnica
La hoja de coca formó parte de la alimentación y medicina a lo largo y ancho de todo el imperio incaico. Los plantíos de la coca aparecían en todo el dominio del basto e inmenso imperio. Fue parte significativa de la farmacopea de los incas, quienes hasta la obsequiaban como regalos de Estado cada vez que llegaban autoridades de los territorios vecinos. Durante la colonia española, masticar “la hoja sagrada” ayudaba a disimular el hambre a los indígenas. Hoy en día, los mineros de Bolivia y parte de Perú, la siguen masticando para soportar las alturas de los Andes y los bajos salarios que no permiten siquiera cubrir sus alimentos. Para millones de bolivianos y peruanos, la coca sigue siendo tan sagrada como entonces.

En 1961, las Naciones Unidas, por primera vez consideró a la coca como “peligrosa por su destino hacia la fabricación de cocaína”; 10 años más tarde la Organización de Estados Americanos prohibió su cultivo en varios países sudamericanos, siendo con Bolivia y Perú, más severos. Desde entonces en gran parte del mundo la coca es considerada peligrosa y por lo tanto, prohibida.

Medicina y alimento
Koka Kintu, es el regalo que el Dios Inti hizo a su pueblo. Por milenios ha sido sagrada y utilizada como sustento del alma y del cuerpo. La primera vez que cayó en desgracia, fue cuando lo descubrieron los españoles; la segunda, cuando se supo que contenía cocaína; afirma Paulina Arce, Periodista e Historiadora boliviana, en uno de sus libros publicados sobre la hoja de coca. En su libro, define con autenticidad, cómo el consumo de la hoja de coca para millones de bolivianos, es parte de su ancestral historia.



La hoja de coca formó parte de la alimentación y medicina en todo el imperio incaico.

Por otro lado la coca constituye fundamentalmente un medio de cohesión social. En celebraciones de nacimientos, matrimonios o funerales, donde se reúnen comunidades enteras, no puede faltar la hoja de coca, sin ella es difícil crear relaciones sociales. Otro uso tradicional es en la medicina. Entre muchos males que la coca cura o alivia están la disentería, úlceras, malestar estomacal, luxaciones, edema, resfriados y el sorojchi o mal de las alturas.
Hoy en día millones de andinos acullican (formar bola de coca en la boca) coca o toman mate de coca. Los campesinos, trabajadores y estudiantes de los Andes la emplean para resguardarse del sueño, hambre y sed; tal como en otras culturas se usa el café como suave estimulante.

Actualmente, la carencia de la hoja de coca en estas regiones de Bolivia y Perú, significaría la inmediata elevación de los índices de desnutrición.

Coca o cocaína? La confusión y sus consecuencias
Sin duda, el consumo de la coca en el mundo occidental difiere del consumo tradicional andino y su mal uso se ha transformado en un problema serio para la forma de vida moderna. Y, la primera razón de rechazo es la gran confusión que causan las palabras coca-cocaína. Han terminado con darle un concepto equivocado lo que ha provocado la reglamentación de su cultivo. La segunda oposición, es que se desconoce su verdadera utilidad y su uso tradicional.

Es muy importante entender la diferencia entre coca y cocaína. La coca, cuyo uso doméstico data de unos 4 a 6 mil años, es la hoja sagrada del pueblo andino. La cocaína, por culpa de su derivación, es una invención europea de hace 140 años. Se necesitan 41 productos químicos para poder extraer la cocaína de la hoja de coca y se requieren 110 kilos de hojas para producir 600 gramos de cocaína pura.

Las consecuencias que está causando la confusión y calamitosa utilización de la hoja de coca, son realmente alarmantes. El equivocado concepto que tiene la sociedad occidental de la palabra coca, está originando que organizaciones y gobiernos estén decididos a prohibir su cultivo, poniendo en peligro la existencia de millones de personas. Por otro lado, las dramáticas realidades que origina el consumo de cocaína y que se ven en prácticamente todo occidente, son alarmantes. De por medio de todo este panorama y como verdaderos culpables de estos crudos problemas están personas sin escrúpulo alguno (los narcotraficantes) que no se detienen ante ningún principio moral, ético ni menos religioso o ancestral.

“Junto a este fenómeno, se acopla perfectamente la corrupción y necesidades elementales que padece la mayoría de la población latinoamericana”, afirma Víctor Montoya, Sociólogo y Profesor de la Universidad de La Paz, en uno de sus ensayos sobre este tema publicado recientemente. “Las ayudas que Estados Unidos y Europa dan a nuestros gobiernos para la erradicación de la hoja, deberían ser destinados a otros sectores, como a buscar cultivos alternativos y fomentar mucho más nuestra agricultura”, denuncia en su libro.

Esta reunión de la ONU del próximo mes de marzo en Viena, será de vital importancia para la continuidad o erradicación de la hoja de coca. Será uno de los principales temas que estará sobre la mesa. Se deduce que Evo Morales y millones de campesinos harán un frente común para evitar la desaparición de esta planta sagrada y milenaria.