En una histórica jornada y rodeada del fervor popular, principalmente de las mujeres, Bachelet tomó protesta minutos después del mediodía, sin juramento, por su condición de agnóstica, y con un "sí prometo", tomado por el ex presidente Eduardo Frei, quien ayer asumió la presidencia del Senado.
Sin discursos solemnes, Bachelet compartió con los visitantes un almuerzo en Cerro Castillo (la finca presidencial de veraneo), en Viña del Mar, donde su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva tuvo a su cargo las palabras de bienvenida en nombre del resto de los mandatarios. "A esta América Latina que cambia, estamos felices por la histórica llegada de una mujer como Michelle", dijo.