Sería injusto negar el mérito que le corresponde a Bob Bowman en el éxito de Michael Phelps. El técnico del prodigio siempre ha encontrado la fórmula para 'picar' a su campeón, para mantener su motivación al nivel máximo a pesar de la infinidad de medallas que ya cuelgan de su cuello -15 olímpicas y 20 mundiales- desde el año 2003.
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