El 11 de diciembre del 2007 fue firmado “El Protocolo de Kioto”, un acuerdo internacional acerca del cambio climático cuyo objetivo es reducir las emisiones de seis gases que provocan el calentamiento global.
Este convenio vence en el 2012, pero en vista de que se nos está haciendo tarde, del 7 al 18 de diciembre del presente año 2009 será celebrada otra reunión en Copenhague, Dinamarca, en la que especialistas de todo el mundo analizarán sus compromisos de combatir el calentamiento, con la esperanza de sacar luz con nuevas propuestas y revisar si se han obtenido logros o por el contrario debemos darnos prisa en mantener vivo nuestro planeta.
La comunidad científica internacional ha dado su voz de alerta: hemos rebasado los límites de CO2 (dióxido de carbono) que el planeta puede soportar, de 350 ppm (parte por millón) hemos aumentado a 390 ppm con tendencia a aumentar a dos por ciento anual.
Todos los ciudadanos somos testigos de una u otra forma del deterioro climático, que se manifiesta en largas temporadas de calor, huracanes y tormentas tropicales cada vez más devastadoras y el deshielo de los glaciares. Con estos niveles en aumento los efectos del calentamiento serían lógicamente impredecibles.
Con el inicio de la Revolución Industrial en el siglo XVIII y principios del XXIX, comenzó este desastre atmosférico, es decir, lo llevamos arrastrando paulatinamente desde hace unos 300 años debido a la incesante actividad humana, con el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y sus derivados) y las devastaciones de zonas verdes para convertirlas en agrícolas.
El "CeroCO2" es una ONG a la vanguardia de la conservación medioambiental y la promoción de un desarrollo sostenible del planeta. El pasado octubre en Barcelona, España, concertó una reunión pre-Copenhague, en la que las naciones industrializadas como Estados Unidos, China. Japón e India, las cuales son los que más han contribuido al calentamiento global, estaban invitadas para que llevaran nuevos compromisos y propuestas a fin de romper el bloqueo que existía con ellas. Hasta el momento Japón ha ofrecido una reducción de un 25 por ciento, mientras los Estados Unidos solo ha ofertado un recorte de un 7 por ciento, e intenta cubrir su falta haciendo un gran aporte económico a la financiación pública internacional.
El compromiso de la Unión Europea (UE) es recortar el 20 por ciento en el 2,020, mientras que los foros sociales internacionales han propuesto y demandado que las emisiones de gases sean reducidas de un 25 a un 40 % para el 2020, y de un 95 % para el 2050. Los países en vías de desarrollo prometen recortes del CO2 entre el 80 y el 95 por ciento para el 2050. Además, recibirán financiamientos de los más poderosos.
Para reducir las emisiones de gas, las naciones industrializadas deberán reducir su productividad, lo cual afectaría su economía y los llevaría a bajar el estilo y calidad de vida al que están acostumbrados. Por ello, está por verse cuán grande es su compromiso con las generaciones presentes y futuras. De todas maneras, tarde o temprano tendrán que reducir paulatinamente esas emisiones, si es que desean que todos ganemos.
La pregunta obligada es: ¿Estarán dispuestos estos países a darlo todo por el planeta?
En los actuales momentos es muy importante implementar una jornada de educación ambiental que abarque todas las edades, porque a cada generación le tocará proteger nuestro globo terráqueo. Nos debería apasionar el tema e interesarnos. Todos debemos cooperar de manera individual y colectiva en lo que humanamente nos toca, porque la Tierra es de todos y su deterioro nos afecta.
Para apoyar las iniciativas a nivel mundial en contra de la producción de gases de invernadero, no se necesita trabajar para un gobierno o ser parte de una determinada institución. Sólo debemos sentir el deseo de hacer algo por nuestro hábitat.
Existen dos páginas Web en la cual se inscriben a diario millones de ciudadano(as) de todo el mundo en apoyo y solidaridad con la causa. Puedes hacerlo e incluso poner tu foto: www.sealthedeal2009.or y tambien www.350.org