Apenas once meses después del temor a ser descendido a la Serie B, o cuando menos apartado de cualquier competición europea, por estar presuntamente implicado en un caso de fraude deportivo, el Milán se ha convertido en el nuevo rey de Europa, tras la conquista de la Liga de Campeones.
Once meses de una temporada nacida entre las dudas, pero en la que el equipo a partir de enero creció como nadie esperaba y llegó a su momento más culminante, a la consecución del título de clubes más prestigioso en Europa y por el que todos suspiran, tanto en lo deportivo como en lo económico. Y es que se estima que al Milán la Copa le mete en sus arcas unos 65,76 millones de euros.
En junio, nadie podía imaginarlo; es más, en el inicio del proceso deportivo seguido en Italia, todo apuntaba a que el Milán podría ser descendido a la Segunda división. Algo que finalmente sólo sucedió con el club turinés.
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