La conmemoración del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer es el resultado de una larga lucha por la igualdad de la participación de la mujer en la sociedad. En esta fecha se recuerdan las luchas llevadas adelante hace más de un siglo. Pese a los grandes pasos dados en esta dirección, sigue existiendo un alto grado de desigualdad, maltrato y explotación de la mujer en numerosos países del mundo.
El Día Internacional de la Mujer fue proclamado en 1910 por iniciativa de una socialista alemana, Luise Zietz, durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague. El objetivo era promover la igualdad de derechos para las mujeres, incluyendo el derecho al voto. La iniciativa fue aprobada en forma unánime y el 19 de marzo del año siguiente el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Más de un millón de personas participaron de las manifestaciones.
Incendio mata a 146 trabajadoras neoyorquinas
Menos de una semana después, el 29 de marzo de 1911, se produjo un incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. El fuego causó la muerte de 146 trabajadoras textiles, la mayoría inmigrantes de origen judío e italiano. Este suceso fue una de las más grandes tragedias industriales de los Estados Unidos y repercutió fuertemente en las posteriores celebraciones del Día Internacional de la Mujer, en las que se hizo referencia a las precarias condiciones laborales que condujeron al desastre.
La fecha
Fue recién en 1917 cuando quedó finalmente establecido el 8 de marzo como fecha para la celebración de la jornada femenina. Este día del calendario gregoriano corresponde al 23 de febrero del calendario juliano utilizado en Rusia, fecha en la que, tras la abdicación del Zar, el gobierno provisional de la Revolución otorgó a las mujeres rusas el derecho al voto.
Varias décadas después, a partir de 1977, el Día Internacional de la Mujer adquirió un perfil más popular, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 8 de Marzo como Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Las luchas ganadas
Son varios los avances alcanzados por las mujeres en materia de igualdad de derechos: los principales tienen que ver con el logro del voto femenino, la aprobación de leyes que favorecen la participación política y en el acceso a la educación y a los puestos de trabajo. Si bien fueron superados muchos obstáculos legales que impedían el acceso de la mujer, por ejemplo, a cargos políticos, lamentablemente en muchos casos sigue existiendo una desigualdad de facto.
Mujeres estadounidenses durante la votación de 1912.
Fuente: Library of Congress, EE.UU.
La paridad está lejos
En ningún país del mundo se ha alcanzado en la práctica un igual salario por igual trabajo. Son siempre las mujeres quienes reciben menor remuneración aunque realicen la misma tarea que los hombres. Esta diferencia alcanza en Suiza en promedio el 21,5%. Según cálculos realizados por feministas suizas, al ritmo actual llevaría 957 años alcanzar la igualdad de salarios entre el hombre y la mujer.
La violencia de género
La violencia de género es otro de los temas presentes en numerosos países. Se trata del tipo de violencia física o psicológica ejercida contra la mujer, por el mero hecho de serlo. Aquí se cuentan la violencia sexual, la violencia familiar, el tráfico de mujeres o la mutilación genital. Este último caso tiene como objetivo reducir la actividad sexual de la mujer a funciones puramente reproductivas y "garantizar la fidelidad al esposo". Entre los países donde se practica la ablación de clítoris se encuentran: Nigeria, Senegal, Sudán, Egipto, Etiopía, Pakistán, Indonesia y Malasia.
Pero la violencia de género no sólo afecta a países en vías de desarrollo: en Estados Unidos más del 14% de las mujeres mayores de 17 años admiten haber sido violadas. Este porcentaje es del 11,6% en Suiza y del 5,9% en Finlandia.
La mujer en América Latina
En Latinoamérica la pobreza y la consiguiente desigualdad de las mujeres se incrementan. Entre las pocas opciones con las que cuenta una mujer pobre en los países latinoamericanos se cuentan la emigración, el trabajo informal y la prostitución. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Argentina, Uruguay, Perú, México, Chile y Brasil, la tasa de desempleo femenino representa 1,4 veces la registrada entre los varones. Además, las jefas de hogar tienen menos ingresos que sus contrapartes masculinos, tanto en hogares pobres como en los de mayor ingreso.
La violencia doméstica es un problema muy extendido en América Latina y el Caribe. En Uruguay, por ejemplo, una mujer muere cada nueve días a causa de este flagelo. Mujeres mayores y menores de edad sometidas por las redes de prostitución, abuso sexual o explotación laboral son otros de los incontables males que aquejan a la mujer latinoamericana actual.
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