Chucho y Pablo Milanés

Disco de Chucho y Pablito Milanés

Chucho Valdés y Pablo Milanés acaban de grabar un disco super especial que hace mucho tiempo tenían en proyecto.

La idea de ambos consiste en que Chucho concibió la música y los temas, mientras que Pablo se encargó de las letras. Todavía no cuenta con título, pero ya está grabado totalmente solamente falta la masterización.

El disco abarca diez temas muy bien elaborados, alguno que otro dedicados a temas familiares: “Pilar” (la mamá de Chucho Valdés), “Antonio” (al hijo de Pablo), “Mary” (a la abogada de Chucho y Pablo). “Es un disco que tiene a Pablo muy contento, me asegura el grabador Adalberto Hernández (Berty), quien me cuenta que también el trovador ya tiene preparado otro nuevo disco.

Chucho nació el 9 de octubre de 1941 en Quivicán, La Habana y Pablo en Bayamo el 24 de febrero de 1943, son bastante contemporáneos; ambos estudiaron a la misma edad –a los 9-, en la Academia Municipal de La Habana (actual conservatorio Amadeo Roldán), deben haber jugado juntos en los momentos de recreo. Los dos se decidieron por la música popular, Pablo recibió la herencia sonera de su tierra y Chucho a través de la orquesta Sabor de Cuba, de su padre Bebo. A su vez admiraban las influencias jazzísticas, Pablo a Johnny Matties y Nat King Cole, Chucho conoció a Nat en el cabaret Tropicana y es uno de los clásicos del jazz latino con el grupo Los Irakere.

Los dos vivieron intensamente la bohemia de la habana nocturna de la década de 1960, Chucho era asiduo al bar El Elegant, en el hotel Habana Riviera, Pablo en el Capri y el Gato Tuerto; los dos le dieron un toque distinto a la vida nocturna de la década de 1960, uno por la vía de la cancionística y el otro por la vía del jazz cubano.

Chucho y Pablo tuvieron contactos con dos grandes maestros: Armando Romeu, especialista en orquestación y director de orquesta, entre ellas La Orquesta Cubana de Música Moderna (OCMM). Y el otro maestro es Leo Brouwer. Chucho se vincula a Leo desde la etapa del Teatro Musical de La Habana, “el teatro musical –junto a Leo-, cuenta Chucho- fue una de las escuelas más importantes de mi vida, más que la OCMM. Aprendí también de las clases técnicas de Federico Smith, el mismo profesor de armonía de Pablo y Silvio en el Grupo del ICAIC. En la década de 1980 Leo y yo, junto a Los Irakere presentamos en el teatro Carlos Marx aquel memorable concierto Leo Brouwer y Los Irakere”.

Cuando Pablito entra en el Grupo del ICAIC en 1969, Chucho ya compone la “Misa Negra”, su obra maestra, a su vez Pablo ya cuenta con sus clásicos temas “Para vivir”, “Mis 22 años”, “Ya ves”, “Yo no te pido”.
En 1972 Pablo se inicia con el movimiento de la Nueva Trova que llega a la cúspide de la canción social y Chucho se encuentra gestando el grupo Irakere, para llegar a la cima del jazz latino contemporáneo y el inicio de la nueva timba.

Pablo su une a Silvio en la década de 1960 y Chucho lo hace en la década de 1980 cuando asiste con Silvio a Chile, acompañado por Los Irakere.
En este esperado disco entre Chucho y Pablo, el pianista de Quivicán declaró a la prensa que “siempre quise vincular mi trabajo a un trovador y compositor como Pablo Milanés, un clásico de la canción. Hemos disfrutado este trabajo con un gran placer, sabiendo que quedará para siempre”.

A su vez Pablo siempre ha seguido el trabajo de Los Irakere, en especial de Chucho Valdés. “Chucho es un consagrado pianista y compositor, es un orgullo de Cuba y del mundo”.

Estaremos al tanto de las buenas nuevas de este disco que seguramente va a dar mucho que hablar.