El tiempo cedido por Vinokourov no sería irreparable si sus heridas no hipotecan su rendimiento y las posibilidades de éxito de su empresa: ganar el Tour. Klöden, también herido, no perdió tiempo en la etapa. Pero una fisura en el coxis no permite afrontar los Alpes de la mejor manera. [Vídeo-resumen
El Astana tenía el equipo ideal desde que arrancó el Tour y en una sola jornada, interesante pero en principio poco trascendente para la lucha por el podio, casi se derrumba al 'dream team'. El futuro es ahora muy incierto para la formación de licencia suiza y patrocinio kazajo.
En la previa, muchos imaginaron a Vinokourov como actor estelar en el último alto puntuable de la jornada, más que nada para probar a los demás, para analizar comportamientos. Pero la cruda realidad le vio pasar con un minuto de retraso bajo la pancarta del 'col de la Croix de la Libération', situada a 9 kilómetros de la meta inédita de Autun.
Los espectadores lo vieron pasar con el 'culote' rasgado, alguna quemadura en el muslo derecho, las dos rodillas laceradas y una posición extraña sobre el manillar.
Aún así, en esos 25 kilómetros angustiosos de persecución, Vinokourov mantuvo su carácter indomable y pudo limitar las pérdidas en una posición de franca desventaja. Después de completar el trabajo, durísimo, se fue al hospital para evaluar los daños que padece su cuerpo.
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