Festivo triunfo blanco (1-4) con Bekcham de lanzador y Van Nistelrooy al remate aprovechando la endeblez endémica de la zaga rojiblanca.
En un pulso de correcalles, casi festivo -este Madrid, aún embalado, es incapar de arrancar con autoridad ante casi nadie-, el visitante salió beneficiado de la cantidad de errores de la zaga rojiblanca y una buena dosis de pegada. El mayor peso específico de sus futbolistas -Van Nistelrooy, de martillo pilón y Beckham, de 'quaterback' lanzador-, hizo el resto a la hora de aprovechar desatenciones a balón parado... y con el balón en juego.
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