Allie Bertram y Danny Arbour, bailando Mambo (Canada 2008)

El mambo hace 60 años [2da Parte]

Con el paso del tiempo, surgen otros compositores e intérpretes del mambo. Pérez Prado comprende que no tiene un monopolio. Empieza a buscar otros mercados.

En 1951 hace su primera gira a Los Ángeles. Sabiamente, como hizo en México, en que sólo usó a algunos músicos cubanos residentes allí, sobre todo en la percusión como Modesto Durán en la tumbadora, Aurelio Tamayo en los timbales, Clemente Piquero en los bongoes y Florecita y Perique en las trompetas, a los Estados Unidos no lleva orquesta, la forma allá, en parte, con músicos latinos del área. En ese mismo viaje hace grabaciones en Nueva York con otra orquesta formada allí, como podemos ver de la lista de las grabaciones. Son todos norteamericanos, salvo el ritmo, en que están entre otros Chino Pozo –no Chano Pozo- y Mongo Santamaría. En 1952, en otra gira, hace nuevas grabaciones.

Regresa a México. Su inmenso éxito está levantando envidias. En 1953 surge un raro incidente en los estudios de filmación cuando trabaja en la película "Cantando Nace el Amor" y es acusado de tratar de sobornar a un inspector, (en el país que es famoso por “las mordidas” o soborno). Es expulsado de México y lo envían a Cuba, el 6 de octubre de 1953. No pierde tiempo en Cuba: Hace unas cuantas grabaciones allí en noviembre de 1953. Pero el ambiente, como el de México, es de crítica. Al parecer, el Mambo lo ha creado todo el mundo, menos él: Arsenio Rodríguez, Cachao, Antonio Arcaño, Bebo Valdés ... Se dice que el rayo no cae en la verdolaga, cuando un músico absorbe todo, muchos envidiosos aparecen, y todo tiene un fondo económico, los genios le quitan la comida a los que no han hecho algo nuevo. Al cubano, que sólo hacía música, lo secuestraron a punta de pistola, fue encerrado en un estrecho y oscuro calabozo incomunicado de los parientes, abogados y funcionarios consulares. Lo tuvieron encerrado hasta el amanecer, conducido a La Habana donde estaban su esposa y su hija orgullosas de la enorme popularidad del maestro. Regresa por primera vez, indignado, después del enorme éxito.

En la revista Bohemia de Cuba se publica una entrevista a PP acerca de la conspiración. El periodista Don Galaor con fotos de Charlie Seigle: “Siento cariño y simpatía por el pueblo y el gobierno de México –expresó el músico- que nada tienen que ver con las acciones repudiables que cometan algunos de sus agentes. He sido víctima de una intriga cobarde y ruin que ha tenido en Antonio Panamá, empleado del Departamento de Inmigración. Yo he triunfado en México de modo rotundo, mi orquesta, famosa ya, está integrada en su mayoría por mexicanos. De tal suerte que ha existido siempre una indisoluble unidad entre ellos y mi orquesta. Mis éxitos son comunes a cubanos como mexicanos que me acompañan en sus triunfos. Últimamente estaba actuando a teatro lleno en el Margo y en el cabaret Waikiki, estaba filmando la película 'Cantando Nace el Amor', con música mía. Fui detenido al salir de la Sociedad de Actores, me interceptaron cuatro hombres, me encontraba con mi hermano Pantaleón y un representante artístico de EE.UU. Me llevaron para ventilar ciertos asuntos, al abogado lo encañonaron con una pistola. En el Waikiki días anteriores me habían amenazado de muerte y me obligaron a firmar documentos falsos, me acusaron de soborno, de no pagar impuestos sobre la renta. Detrás de todo esto debe estar la mano de Judas, de ciertos empresarios teatrales. La popularidad vale lo que cuesta, considero a México mi segunda patria”.

Pero sobre todo el cine acoge a Pérez Prado abundantemente. En esto ayudan Ninón Sevilla y Kiko Mendive. En la película que se empieza a filmar en febrero 7 de 1949, "Coqueta", se escucha el mambo "Maravillosa" de Pérez Prado, y este aparece como Director musical de los bailables de la película; en "Perdida", también con Ninón, que se empieza a filmar el 17 de octubre, aparece a cargo de los arreglos musicales y en "Aventurera", también de Ninón, comenzada a filmar en noviembre 28, los arreglos musicales están también a su cargo conjuntamente con Antonio Díaz Conde. Pero en el año 1950, Pérez Prado, su orquesta o por lo menos sus mambos, van a aparecer en 18 películas mexicanas; de un total de 124 que produce el país; o sea una de cada siete películas tiene la presencia de Pérez Prado en alguna forma, bien fuera el propio maestro con su orquesta, y rumberas como Ninón Sevilla, Lilia Prado, Amalia Aguilar, Rosa Carmina, Las Dolly Sisters y otras, o bailarines como Resortes. "Qué rico el mambo" se ejecuta en tres diferentes películas en este año, y lo mismo sucede con el "Mambo No. 5". En años posteriores, aunque con menos intensidad, sigue la locura: En el binomio 1951-52, está la presencia de Dámaso en la misma forma, en 20 películas. Y como a diferencia de las presentaciones radiales o teatrales, el cine mexicano está presente en toda la América Latina, esto ayuda a incrementar la venta de sus grabaciones en todas partes.

En Estados Unidos, ha logrado una buena posición en el “mainstream” de la música pop americana: las grandes academias de baile como la Murray, enseñan el mambo. Todo el mundo mambea. Pero Dámaso no está tranquilo. Había escuchado a las orquestas de Machito y las de Tito Puente y Tito Rodríguez, y se da cuenta que están trabajando un mambo más rápido, más novedoso que el suyo, generalmente con arreglos de René Hernández. Empieza a pensar en nuevos productos, y a experimentar. Ya lo venía haciendo, creando variedades como el mambo-kaen, el batiri y el suby.

Aunque siempre hay mucho de jazz en su mambo, especialmente los grabados en los Estados Unidos, en 1954 experimenta más a fondo en el afrocuban jazz con la grabación de la "Voodoo Suite" en cuatro movimientos. No pasa mucho con esta novedad, pero en cambio en 1954 crea un exótico arreglo sobre la melodía de "Cherry pink and apple blossom time" que en 1955 estará 10 semanas en el primer lugar del hit parade norteamericano y un total de 26 semanas entre los primeros 40. Será además el tema entre los 100 discos “top” de 1955 a 1984 que más semanas estuvo entre los 40 primeros, por encima de artistas como Elvis Presley. En 1958 acierta nuevamente, creando una estrambótica combinación de órgano y orquesta, para producir "Patricia" que ocupa el primer lugar en el Hit Parade una semana y está un total de 17 veces entre los primeros cuarenta. Este exitazo lo utiliza el director de cine italiano, Federico Fellini, en la película "La dulce vida" (La dolce vita), el gran escándalo de la década de 1960. Se vendieron más de cuatro millones de copias. Todo esto le permite seguir disfrutando del título de “Rey del mambo” que la Víctor le ha endilgado, aunque no le haga gracia a Tito Puente. Hace otras obras excelentes que debieron tener más éxito: "Suite de las Américas", en 1962, un lindo trabajo semiclásico y el formidable "Concierto para bongó" en 1965. Pero sigue probando. En 1961 graba el álbum de "Rockambo", y lanza el nuevo ritmo “la chunga” con el endoso de Arthur Murray. Pero es inútil. El gusto de la gente va por el chachachá y la pachanga, más fáciles de bailar que el mambo.

Regresa a México en 1964, lanza el ritmo "Dengue", después el mambo bump, y el mambo twist, el mambo a gogo, el baklan y otros intentos. El dengue, según Helio Orovio, se interpreta con un elemento rítmico sobresaliente, se afirma en un hierro, percutido con dos baquetas, que repiten la misma figura durante toda la pieza. No vuelve a reverdecer el furor del mambo, pero México le acoge, y le hace un lugar en el espectro de su nostalgia musical, como le ha hecho siempre al danzón. Allí, el mambo siguió siendo el mambo, y Dámaso pudo seguir trabajando con su orquesta casi hasta su muerte el 14 de septiembre de 1989.

(fin)

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