Los valores desapercibidos de una comunidad alegre y trabajadora
Por Marco Medina
Son los más numerosos dentro de la colonia latinoamericana en Suiza. Los más notorios y extrovertidos. Los que más difunden claros perfiles que caracterizan nuestra cultura. Los que más dan a conocer directamente muestras de la riqueza musical caribeña. También, aunque de una forma equivocada, los más polémicos, por la lamentable imagen que dan una reducida minoría de sus conciudadanos. Son la gente de República Dominicana, dominicanas y dominicanos que residen en Suiza desde hace muchos años, y que siempre están aportando valores que son desapercibidos por la mayoría de nosotros, los latinoamericanos.
Ellos están al frente de más del 80% de negocios latinos que existen en Zurich y otras ciudades suizas. Son, el verdadero rostro dominicano, rostro que muchos desconocemos. Restaurantes con auténticas especialidades, discotecas y pubs latinos, tiendas de comestibles con productos tropicales, agencias de viaje y sobre todo, salones de belleza y peluquerías; son los sectores comerciales que se han multiplicado durante los últimos 15 años en la ciudad de Zurich y alrededores. Todos de características latinoamericanas. En especial, caribeño. En particular, Dominicano.
Los pioneros
Fueron los pioneros en hacer posible donde pasar un fin de semana con sabor puramente latino, abriendo un restaurante o una discoteca. Ellas, las mujeres, las primeras en regentar un salón de belleza o peluquería, y al día de hoy, no solo son un mero centro estético, sino también, son centros de aprendizaje en cosmetología y todas las artes de este ramo, para las generaciones que vienen. Hay muchos de ellos que fueron los primeros en abrir su propio negocio, en tener sus propios ingresos, independientes; y siguen siendo los primeros por la constancia, el trabajo diario sin desmayo y siempre con un tinte de alegría, humor y colorido. Johnny Olivo (Viajes Olivo), Lucy Martínez (Body Line) o Jannette Meyer (Tienda Quisqueya); son algunos de los ejemplos de lo que son la gente dominicana en esta ciudad. A parte de dirigir sus propios negocios, están constantemente prestos a apoyar directamente cualquier actividad social o benéfica que se dé, así como estar vinculados a la UDES (Unión de Dominicanos en Suiza).
Lucy Martínez, activa dirigente del UDES, y responsable directa, junto a su esposo Víctor Saladín, de hacer venir a Zurich al hoy presidente dominicano, Leonel Fernández; resume así la impresión que deja notar la colonia dominicana en Zurich, "si, es muy lamentable que por un puñado de personas, se nos tache a todas y todos como algo vergonzoso y denigrante", refiriéndose claramente a la prostitución y las drogas, cosas que se les asimila a unos cuantos ciudadanas y ciudadanos dominicanos en Suiza. "Esto es indignante y no se puede aceptar de ningún punto de vista. La mayoría, una gran mayoría, trabaja dignamente, a diario, ya sea en sus propios negocios, o en fábricas, en la construcción y muchos otros lugares. Trabaja y se divierte, y lo hacen con derecho, sin avergonzarse de nada ni de nadie, eso no se puede tachar de malo. Eso, es absurdo", señala Lucy. Y es así. La colonia latinoamericana y los extranjeros en general, ha sido el motivo por que se alarguen los horarios nocturnos en Zurich, tanto que los fines de semana existen los "Freinacht" (horarios de amanecida), porque aparte de la primera generación de emigrantes, existe ya activamente, la segunda y tercera generación; aquellos que han llegado a Suiza pequeñitos y los que ya han nacido aquí. Ellos, forman una parte muy importante dentro de la emigración, y desde luego hay muchos, un gran número de hijas e hijos de gente dominicana, que están cursando el gimnasio o secundaria, u otros que ya están ocupando puestos laborales de primer nivel.
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La Langstrasse
"No entiendo porque ese afán de "achacarles" lo peor a nuestros muchachos, el que sean abiertos, espontáneos y expresivos, no significa que sean vistos de esa manera tan denigrante", expresa Claudio Mercedes, un padre trabajador de la construcción, desde hace cerca de veinte años. "Mi negocio, como usted ve, está ubicado en una de las calles más transitadas de Zurich, la Langstrasse. Por aquí se ve de todo. Es cierto que hay prostitución y venta de drogas por este sector, pero mire usted, los que transitan por ahí, son de todas partes, no solo dominicanos. Creo que ni de veinte hay uno de mi país", manifiesta María Laura, que regenta un salón de estética.
Hay innumerables muestras de que ese dicho "para muestra basta un botón", no se asemeja en absoluto a la colonia dominicana en esta parte de Suiza. Si se llegase a un estudio detallado en estadísticas de datos, creo que esta concluiría en señalar que una absoluta mayoría de ciudadanas y ciudadanos dominicanos, viven honestamente, trabajan dignamente y son ellos, los que dan a conocer el verdadero rostro dominicano en el exterior.