Casos de deportaciones y detenciones de personas en situación irregular en Suiza, se han dado en imnumerables ocasiones. Hemos asistido a muchas de ellas, particularmente, en casos con gente provenientes de Latinoamérica y el Caribe. Hasta ahora, no habíamos sido testigos, de un caso tan excepcional, como el que se está dando con la Familia Quispe (Bolivia), compuesta por cinco miembros, los padres y tres hijos. Latino.ch, ha mantenido un encuentro con los protagonistas de dura y compleja situación, que hasta el momento de editar esta crónica, se encuentran en una total incertidumbre.
Entrevistó Marco Medina para latino.ch
Fotos de Beybars Jurth
Durante éstas últimas semanas estamos siendo espectadores de un hecho que a cualquiera de nosotros, los inmigrantes, no pueda haber sucedido en los momentos en que nos encontrábamos "sin papeles", o que les puede estar aún asechando a aquellos que no tienen la "fortuna" de estar "legales" en el país adonde emigran.
El hecho al que me refiero, ya es de conocimiento por la mayoría de latinoamericanos, y de muchas otras nacionalidades, que habitamos en esta parte de Suiza, por la difusión que hizo la televisión y la prensa escrita de Zurich. Ahora, con esta crónica, nuestra pretensión es dar a conocer, en nuestro idioma, los pormenores y las actuales circunstancias de la Familia Quispe (Bolivia), sin pretender ser impactantes o hacer un circo de la cruda y compleja situación en que se encuentran Celso, Delia y sus tres hijos, Evelyn (9), Yvett (8) e Ivan (2)., dos de ellos nacidos en Zurich. Los padres, 15 años residiendo también en esta ciudad, trabajando honestamente cada jornada, sin cometer ningún otro delito, que el de ser "ilegales", "san papiers". 15 años, caso que ha puesto en serios aprietos a las autoridades del sector, no solamente por la duración de tiempo, sino por lo excepcional del caso, ya son dos niños nacidos aquí y están cursando estudios en una escuela pública. Algo que podría ser favorable para los afectados de este caso, la familia Quispe.
Confunden a Delia como mujer "sospechosa"
Hilvanando un corto resumen de los hechos al que ha llegado esta familia, todo se origina por la lamentable actuación de dos policías de civil, que carecen de la pericia policial al no saber distinguir "al ojo" el comportamiento de una persona, más si es una mujer. Como cualquier día cotidiano, por la mañana, Delia, acaba de dejar a Evelyn en su escuela, la Kernschule, en las inmediaciones del Kreis 4. Camino a su trabajo, es abarcada por estos policías que claramente la confunden como una mujer "sospechosa" sólo por transitar por una de estas calles. Si mediar muchas explicaciones, es introducida en un auto y conducida a dependencias policiales. A partir de estos momentos se desata el peor drama que ha vivido esta madre de familia, "no se cual ha sido el dolor más fuerte que he tenido, si cuando estuve en el hospital dando a luz a mi primera hija, o cuando estuve los cinco días detenida en la policía, sin saber que era de mis hijos, ya que Celso, el padre, estaba en Bolivia", narra Delia en el transcurso de nuestro encuentro.
No se trata de despertar lástima
Lo narrado por Delia durante nuestra conversación, realmente es durísimo, y no es intención de este reportaje, como dije antes, de crear impacto alguno que despierte lástima o piedad hacia esta familia, porque ello, es lo que menos esperan. Lo único que persiguen y pretenden, es que al final de este túnel en el que se encuentran, por el momento, vislumbre una luz de esperanza para que las niñas, sobre todo ellas, sigan sus estudios y su permanencia en este país, sin que, claro está, sean separadas de sus padres. Para ello, cuentan, en primer lugar, con un fuerte estado de ánimo y voluntad, a pesar de lo que ha pasado Delia. También cuentan con el apoyo y asesoramiento de personas con credibilidad que se espera consigan resultados favorables para los cinco.
Para ellos, el futuro en Suiza, está sujeto a tener "papeles" |
Delia: "Mi trabajo y mi respeto a este país, ha sido y seguirá siendo mi principal baza de permanencia en Suiza" |
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Del encuentro que nos concedieron, hemos resumido estas manifestaciones
de Celso y Delia:
Delia, ya ha pasado lo más amargo de los hechos sucedidos, aunque no del todo para ti, pero ahora, ¿cuál es la situación actual en la que se encuentran?
Delia: Bueno, como tú dices, no ha pasado del todo, aún sigo con fuertes dolores estomacales que me impiden ingerir alimentos con normalidad, pero lo que realmente me reconforta es que estoy junto a mis hijos y mi esposo. Nuestra actual situación está ahora, en que hemos presentado un recurso avalado por personas que gentilmente nos están asesorando. Sabemos que nuestras posibilidades de quedarnos aquí son mínimas, pero hay algo que nos respalda. Llevamos viviendo 15 años en Zurich, siempre hemos trabajado, muestra de ello es que dos de mis hijos han nacido aquí, la mayor y el menor, y ello, nos lo hemos costeado nosotros, y sabemos cuanto cuesta todo ello. Jamás hemos ido a pedir ayuda a institución benéfica alguna, ni menos a la ciudad, claro. Si tuviésemos la suerte de estar legalmente en Suiza, no seríamos una carga para la ciudad, ni mucho menos. Siempre hemos trabajado, y, desde luego, lo seguiríamos haciendo.
Celso, tú, ¿cómo ves todo esto?, ¿crées que se pueda conseguir algo favorable para todos ustedes?
Celso: Nuestro principal propósito es que se aclare esta situación. Lo más importante para nosotros es ver el futuro de nuestros hijos, que las niñas puedan seguir adelante en su escuela. Somos concientes de que ello, va a estar supeditado a los resultados del recurso que hemos presentado y la ayuda de las personas que nos están apoyando. Pero tenemos la fe y esperanza de que todo esto termine con alguna estabilidad de permanencia en este país para nosotros.
Delia, irónicamente, tú eres el personaje central de esta compleja situación. Como tal, tú, debes estar viviendo en carne propia las consecuencias. Al salir de las dependencias policiales, ¿qué apoyo o muestras de solidaridad has encontrado en la gente?
Delia: Después de los cinco días que estuve detenida, encontré muchas personas que en realidad no me esperaba que me apoyen de esta manera. Creí que no íbamos a tener tanto apoyo. Apenas salí de la cárcel, me encontré con gente que estaban esperándome para que me reúna con mis hijas, mi pequeño y mi esposo. Claro está que desde que nos está sucediendo esto, yo no trabajo, y los medios económicos nos están haciendo falta, pero hay tanta gente, amigas, amigos paisanos nuestros y de otras nacionalidades, que nos están dando unas muestras de apoyo y solidaridad que les estaré por siempre muy agradecida. Respecto a los trámites que tenemos y debemos hacer, con el recurso que hemos presentado, hay gente suiza que nos está dando un apoyo invalorable y desinteresado. Ello, me está dando muchas fuerzas y ánimo para tener un comportamiento lo más natural con mis hijos, ya que ellos, salvo la mayor, no saben exactamente lo que estamos pasando. Nuestro aliento y voluntad para seguir con nuestro propósito de que esto se solucione de una manera favorable, es que nosotros no hemos cometido ningún delito en contra de las leyes de este país, sino otro que estar indocumentados. Sólo deseamos que todo esto acabe de una forma favorable para todos, sobre todo para nuestros niños.
"No pretendemos que por nosotros cambien las leyes respecto a la inmigración en este país, pero si que las autoridades respectivas revisen nuestro caso con atención tomando en cuenta las circunstancias en que nos encontramos, y que todo termine de una forma beneficiosa para nuestros hijos", terminaron expresando Delia y Celso Quispe.