Fuga de cerebros latinoamericanos puede ser una bendición, no una tragedia.

Los miles de científicos, médicos, ingenieros y académicos de América Latina que cada año emigran a Estados Unidos o Europa, podría ser en muchos casos muy beneficioso para estos países exportadores de talentos.

Hace una semanas, latino.ch, dio a conocer un reportaje elaborado sobre las medidas que están adoptando muchos países latinoamericanos para evitar la emigración, particularmente de profesionales y jóvenes con títulos universitarios; ya que ello minaba enormemente el aporte para el desarrollo de sus propios países. Ahora, resulta que la fuga de estos cerebros, puede ser una bendición, siempre y cuando retornen cargados de conocimientos adquiridos en el extranjero.

En la actual economía global, lo que antes se llamaba “fuga de talentos” se está convirtiendo en muchos casos en una ganancia económica y de conocimientos; por lo que la permanencia de estos profesionales en el extranjero les ha servido para especializarse y profundizar estudios en sus respectivas materias. Lo favorable de estas fugas es cuando se produzca el retorno a sus países de origen.

Los resultados en este sentido ya se están viendo en India, Taiwán y muchos países de Europa del Este. Miles de emigrantes han regresado a sus países portando consigo inversiones, en primer lugar, nuevos conocimientos y valiosos contactos. En Taiwán, cerca del 40% de las compañías de alta tecnología son dirigidas por expatriados que han regresado, muchos de los cuales trabajaron en Sillicon Valley, California.

Aparte de ello, los que se quedan en el extranjero se han convertido en importantes fuentes de inversión y las ya conocidas remesas familiares, al igual que en entusiastas promotores de intercambios académicos con sus respectivos países. Esto se ha producido con mayor eficacia en los países de Europa del Este, ya que una gran parte del progreso económico se ha debido por las inversiones de sus comunidades en el exterior.

Por la parte latinoamericana, un reciente estudio de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y El Caribe (CEPAL), confirma que Estados Unidos sigue siendo el principal imán para el talento latinoamericano, atrayendo un 60% de los profesionales altamente calificados, registrándose un aumento a partir de los años 90. México, Colombia, Chile, Brasil y Perú; son los países de la región que más han visto salir a sus profesionales con rumbo a Norteamérica.

El estudio de la CEPAL, recomienda abiertamente a las autoridades de los países latinoamericanos que deberían crear programas oficiales para tratar de “reconectar” a expatriados altamente calificados como en tecnología informática, médica o ingeniería que son los que más han emigrado; promoviendo incentivos y medios a aquellos que están deseando y dispuestos a volver.

Lamentablemente, existe un problema para el retorno de estos talentos, es la cultura de desconfianza existente entre los latinoamericanos. Muchos miran con recelo a sus colegas que regresan del extranjero. En lugar de hostilidad, debería haber una mentalidad de cambio y una nueva política de puertas abiertas para estos profesionales. Los resultados ya se están viendo en Taiwan, India, Irlanda o Polonia. Con el regreso de los talentos expatriados, todos salen ganando.