Si el Valencia no estuviera en crisis, táctica y moralmente, habría eliminado al Atlético de Madrid en Mestalla. Pero, con uno más por expulsión de Motta a los 26 minutos y con ventaja de 1-0 desde el 32 tras el gol de Silva, dejó incierto el enfrentamiento de cuartos de final, que se decidirá en el Vicente Calderón la semana próxima.
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