Encarcelamiento de inmigrantes hasta 18 meses?

La aberrante Ley del retorno

A inicios del mes de julio pasado, el Parlamento de la Unión Europea (UE), aprobó la polémica y controvertida Ley del retorno, que consiste en disponer una legislación que puede ser aplicada por los 27 países miembros de la UE, para controlar a la inmigración que ellos denominan ilegal. Esta Ley, contiene, entre otras medidas, la detención y encarcelamiento de inmigrantes hasta un periodo de 18 meses.

Aberrante, inaceptable, detestable, insulto a la civilización; son entre otros adjetivos, con los que se califica a esta polémica ley que acaban de aprobar los 27 ministros de migraciones de sus respectivos países, ley que condena a cualquier persona que ingrese o permanezca irregularmente en suelo de la UE.

Tal resolución adoptada por las autoridades europeas, no es el resultado de una decisión rápida, sino de un minucioso y estudiado proceso que se advertía venir, y que intentan justificarlo para encubrir su mala conciencia, con el pretexto de los –pocos- casos de delincuencia de la inmigración generalizada.

Lo más detestable de esta ley, es que los inmigrantes “irregulares” serán tratados como delincuentes y pueden ser sometidos a la cárcel hasta 18 meses y luego ser expulsados del país, hacia el país por el que ingresaron, donde seguramente serán tratados de igual manera. Y peor aún, así también serán tratados los niños a los que las autoridades europeas están dispuestos a separar de sus padres. Los más perjudicados ante ésta inaceptable legislación, serán los inmigrantes procedentes de Latinoamérica, Africa y Asia.

La aprobación de esta ley, entre el 7 y 8 de julio de este año, por el Parlamento Europeo, con 367 votos a favor, 206 en contra y 109 abstenciones, dio luz verde a las deportaciones forzadas, así como a la prohibición de reingresar a territorio de la UE por espacio de cinco años. Expertos estiman que la aceptación y entrada en vigor, prevista para el 2010, es un negativo mensaje de poca apertura y viola principios elementales del Derecho Internacional, como la prerrogativa a la movilidad y al desarrollo.

Posición y rechazo en bloque latinoamericano
La aprobación de esta controvertida ley ha suscitado el rechazo en bloque de los países del área latinoamericano, que como reacción inmediata demandaron a la Unión Europea el respeto a los derechos fundamentales de los indocumentados. Líderes regionales, Organismos No Gubernamentales, influyentes personajes del mundo del arte, la ciencia y la política han alzado sus voces contra esta norma que amenaza con repatriar a miles de connacionales asentados de forma irregular en territorio europeo.

El líder de la revolución cubana, Fidel Castro, la ha calificado de brutal, afirmando que la inmigración es fruto de la explotación colonial, semicolonial y capitalista en tiempos en que reina la impotencia política europea ante este problema social-económico. Por su parte, el presidente venezolano, Hugo Chávez, bautizó la disposición como “la directiva del bochorno” y alertó que el petróleo de su país no iría a parar a los países que la adopten y apliquen”; agregando que “si Europa decide devolver a sus naciones de origen a los indocumentados, los países latinoamericanos también podrían decidir el retorno de las inversiones europeas”.

En sí, todos los países latinoamericanos rechazan esta norma, ya sea en bloque, como el Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones (CAN), los países Centroamericanos; o de manera individual a nombre de sus Gobiernos, como el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez; Rafael Correa, de Ecuador; Fernando Lugo de Paraguay; Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina; la Canciller mexicana, Patricia Espinoza; Michelle Bachelet, de Chile; el Canciller peruano, José García Belaunde; en sí todos los gobernantes latinoamericanos, de Méxicio a Chile, y El Caribe firmaron una Declaración donde manifiestan abiertamente su total rechazo a esta ley que pretenden poner en vigor dentro de poco más de un año.

Repercusión en Suiza
El Gobierno de la Confederación Helvética, a pesar que no pertenece a la UE, indirectamente apoya y, prácticamente, ya está aplicando esta ley, en la medida de expulsar de inmediato a todo inmigrante “irregular” que se encuentre en territorio suizo. Las decisiones adoptadas por el Departamento de Migraciones de este país, van aún más lejos. A todo extranjero/a que esté residiendo legalmente en Suiza con el permiso “B”, y que se encuentre inactivo –en el paro-, se le exigirá que encuentre trabajo de inmediato para poder renovarle su permiso. Peor lo tienen los que dependen de la Social; éstos inmigrantes podrían ser expulsados, aún teniendo el permiso “B”, sino entran a la actividad laboral directa.

Poca memoria y total olvido
Los europeos fácilmente han olvidado que millones de sus conciudadanos, especialmente españoles, italianos y portugueses, se salvaron de la hambruna y de la muerte protegiéndose en nuestra América, que no sólo los recibió sin pedirles papeles a los “hermanos” de Europa, sino que allí trabajaron libremente, fundaron empresas, usaron los institutos educativos para formarse y formar a sus hijos, sanaron sus enfermedades con nuestros sistemas de salud, disfrutaron de todos los derechos de los pueblos donde se asentaban, enviaron inmensas remesas a sus familiares en Europa para que mitigaran su hambre, en fin, labraron grandes fortunas que se trajeron cuando y como quisieron.

Ahora, encontrándose en la situación económica y adquisitiva en que están; deciden que los inmigrantes “irregulares” son delincuentes, que pueden ser encarcelados por año y medio y luego expulsados sin ningún bien material en su bolsillo ni equipaje. Al contrario, un inmigrante se va endeudado con el país donde permaneció, dicen que porque no pagó “los impuestos” al trabajar “ilegalmente”.

Así están las cosas para toda aquella persona que decida buscar un mejor horizonte, una digna forma de vivir para sí y su familia.