El aprendizaje y el dominio de la lengua materna, para los niños y jóvenes de la segunda y tercera generación, es uno de los pilares básicos en su desarrollo personal y en el proceso de integración.
“Conocer y hablar correctamente una lengua materna, en medio de otros idiomas, es un factor de vital importancia en los triunfos o fracasos de cualquier persona inmigrante”, afirma la Profesora y Antropóloga, Martina Valderriba, professional mexicana que estuvo de paso por la ciudad de Zürich, en un recorrido por diversas ciudades europeas en las que realizará un estudio referente a la inmigración latinomaericana en Europa.
El tema de expresarse correctamente en la lengua materna, ha tenido diferentes repercusiones en las masas migratorias a lo largo de nuestra historia reciente. Desde los inicios del Siglo XX, donde la inmigración europea hacia el continente americano se hizo mas latente, el idioma jugó un papel importante,l tanto que fué considerado como la base para combatir la alineación o desarraigo, y de esa manera poder dresarrollar una identidad en el nuevo contexto de una existencia. Igual fenómeno tuvieron que pasar la inmigración española hacia el norte de Europa; y desde luego, está pasando con la inmigración africana, asiática o latinoamericana hacia Europa o Norteamérica.
“En las dos o tres últimas décadas, las posibilidades de consolidar y dominar correctamente una lengua maternal, son mucho más amplias que antes”, señala la profesora Valderriba, “los mismos Gobiernos de los países donde una inmigración es numerosa, facilitan a que den diecten clases en sus lengua de origen para niños y jóvenes, siempre fuera de los horarios normales de sus sistemas educacuionales. Esto sin duda, ayuda mucho a que los niños que emigraron muy pequeños y a los que han nacido en el país donde residen sus padres, conozcan, dominen y se expresen en el idioma de sus antecesores”, agrega.
Desde luego, en este aspecto juega un papel determinante el interés y la preocupación que muestren los padres para que sus hijos conozcan, practiquen y dominen su propio idioma; y de esta manera no tengan algún problema futuro en crisis de identidad.
El Profesor de Lenguas Hispánicas de la Universidad de Zürich, Martin Lenhard; sostiene que “expresarse correctamente en español o castellano, para los hijos e hijas de inmigrantes españoles y latinoamericanos en cualquier país donde residan, es un factor elemental en el desarrollo e integración de los niños y jóvenes, porque les reporta seguridad y confianza en el espacio donde se desenvuelven”. Esta apreciación tiene una sólida contundencia, ya que el dominio de dos o mas lenguas, ofrece muchas más oportunidades a jóvenes que tienen que lidiar en un mundo cada vez más competitivo; y teniendo en cuenta que la lengua española esta siendo el segundo idioma más utilizado en el mundo.
En una migración, sea legal o illegal y proceda de donde proceda, el no poder contar con la oportunidad de poder expresarse adecuadamente en su lengua madre en medio de otras lenguas, origina, sobre todo en los niños, dificultad de identidad y rendimiento en su status educativo, por lo que se podría considerer como “humus peligroso”, o dicho de otra manera, un complejo de identidad personal.
“Debe tenerse muy en cuenta, que la inmigración de la segunda y tercera generación, viven y se desarrollan prácticamente en dos mundos: uno, el del entorno familiar y el otro, el del entorno exterior, ya sea de la escuela o colegio; y desde luego en ambos necesitan cómo mínimo dos idiomas, el de los padres y el que se habla en el píis donde residen. Por lo tanto, de aqui se desprende la importancia de dominar una lengua materna”, afirma la Sra. Julia Roncal-Weber, Educadora de la escuela en español para niñas y niños dominicanos en Suiza.