"Buena Vista Social Club", un nombre que recorrió el mundo

La Sociedad Buena Vista Social Club (aniversario 80)

Buena Vista Social Club o Club Social Buena Vista, era una sociedad de negros de la que existían muchas en La Habana de antes de 1959. La sociedad toma fama mundial, en 1997 (hace 15 años), al obtener el disco Buena Vista Social Club, el Premio Grammy en la Categoría de Música Tradicional, producido por Juan de Marcos González para la firma World Circuit de Nick Gold de Inglaterra.

El disco toma el nombre de Buena Vista Social Club un danzón instrumental de la autoría de Israel López “Cachao”, grabado con la Orquesta de Arcaño y sus Maravillas. A partir de entonces el nombre de la popular sociedad adquiere una marca de calidad y fama mundial. También Arsenio Rodríguez había grabado una canción dedicada a la sociedad y le puso el título de Buena Vista en guaguancó, en la que hace mención de la directiva del club.

Sociedad Vista Social Club
El Club Social Buena Vista se inaugura en el barrio humilde de Buena Vista, cerca del cabaret Tropicana, en los arrabales de la ciudad, en 1932, en un pequeño lugar, en lo que hoy es la calle 29. En 1948, en busca de un espacio mayor, se trasladan para la dirección de la avenida 31, no. 4610, entre 44 y 46. Esta nueva casa contaba con unos 15 metros de largo por 20 metros de ancho. Por uno de los laterales podían entrar autos. La orquesta o el conjunto se situaban en la sala y se bailaba, tanto en la sala como en el patio, de unos 10 metros de largo por 15 de ancho. El presidente de la sociedad era un jabao (mestizo) llamado Julio Dueñas, apoyado por una directiva en la que Arsenio menciona en su disco Buena Vista en guaguanó. Los asociados pagaban una mensualidad, un directivo velaba por el buen comportamiento de los asociados. Era obligado vestir elegante (guayabera o traje de Casimir inglés con zapatos de dos tonos de huequitos. Las mujeres muy elegantes también. El monarca de los bailes era Antonio Arcaño y Arsenio Rodríguez junto a Regino Frontela Fraga director de la orquesta Melodías del 40 (los tres grandes). Arcaño recordaba que “el negro tenía una economía muy precaria, muchos bailes costaban 400 pesos y de los cientos de bailes en que tocábamos, muchos yo los ofrecía gratuitamente para esa gente tan humilde. Había que ayudarlas, porque la mantenían hombres de gran prestigio, con mucho esfuerzo. Hablo del Club Social Buena Vista, Las Águilas, Marianao Social Club, el Antilla Sport Club, la Sociedades Pilar y el Club Danzario, Jóvenes del Vals, Intersocial, Los Amalianos, Deportivo de la Fe. Esas sociedades eran como escuelas de baile, los negros eran los jueces de la charanga, nunca se equivocaban en el veredicto; cuando afirmaban que uno era bueno, no quedaba duda”.
(Entrevista de Erena Hernández).

En una entrevista realizada a Arsenio cuenta que a esas sociedades solamente asistían las orquestas y conjuntos más humildes: “Las charangas danzoneras como Arcaño, La Ideal de Joseíto Valdés, la Típica de Pedrito Calvo, Cheo Belén Puig, Típica de Aniceto Díaz. Los conjuntos de negros: Arsenio, Modelo, Los Astros de René Álvarez y, en la década de 1950 Chapottín y sus Estrellas. Eran agrupaciones para la gente pobre eran, a su vez, las que hacían la música más sincera, más auténtica y más genuina. Las otras agrupaciones muy lujosas, en muchas ocasiones hacían música para complacer a la aristocracia blanca de Cuba. Por ejemplo, hasta en la sociedad del Club Atenas –para negros con mejor posición económica- se llegaba al absurdo de que las orquestas eran obligadas por una Comisión de Orden a tocar fox-trots, valses, danzones o boleros, pero se les prohibía tocar rumbas, sones o mambos, ya con eso lo digo todo”. Según me han contado los viejos testimoniantes que los bailes de Arsenio y de Arcaño eran masivos, la gente se aglomeraba en una de las doce calles de la avenida 41, por donde pasaba el tranvía, cerca del Crucero de la Playa. “Los negros, aunque se cayeran de sueño y cansancio, bailaban cualquier día, para ellos el baile era la vida -me decía Arcaño en su casa de Centro Habana-. Los asistentes eran muy pobres, pero asistían muy elegantes a las sociedades”. Los asociados tomaban sus bebidas preferidas en el patio donde estaban situadas dos cantinas de cerveceras famosas: La Polar y La Tropical. Por el día se habilitaba un ring de boxeo para hacer training, en la sala se jugaba dominó y barajas. Después del éxito mundial de Buena Vista Social Club, por la sociedad de la calle 41 han pasado miles de admiradores de la música cubana, se han realizado documentales, exposiciones de fotos, es como llegar a una de las mecas de la música tradicional.

Buena Vista en Guaguancó
A la la la la la la la
Oigan este guaguancó
Oigan este guaguancó,
Que ahora les dedico yo,
El Club Social de Buena Vista, señores.
Porque Travieso, Julio Dueñas, Periquito, Reginfo, Marino, Gustavo y Curbelo,
El recio social de Buena Vista,
Los que conocen el secreto,
Como eso se fundó.
Me han pedido un bonito guaguancó,
Que aquí tienen lo que el tercio me pidió.
Ebombo la yé, Buena Vista en guaguancó,
Buena Vista se botó,
Buena Vista de botó.
Ebombolayé, Buena Vista en guaguancó,
Guaguancó, guaguancó.
PUENTE: MAMBO:
Ebombolayé, ebombolayé.

Orquesta Buena Vista Social Club ® feat. Omara Portuondo
Dienstag, 27.11.12, 19.30 Uhr, KKL Luzern, Konzertsaal - (ausverkauft!)
Mittwoch, 28.11.12, 20.30, Théâtre du Léman Genève