Las promesas de año nuevo

La calidad humana tiene un highlight al comienzo de cada año, al saber que es una nueva oportunidad para dejar atrás los malos ratos, las decepciones y todos los momentos tristes que el año viejo nos dejó, y más bien nos concentramos en aquellas maravillosas experiencias que sabemos que podemos alcanzar si ponemos nuestra determinación en ello.

Al comienzo de cada año nos tomamos el tiempo para reflexionar acerca de las cosas que obtuvimos en el año que acaba de culminar y planeamos también aquéllas que deseamos obtener en el que apenas estrenamos. Si bien muchos de los deseos, metas, planes o promesas que nos hacemos pueden ser materiales, casi siempre tienen que ver con una mejor calidad de vida, mental o física, así pues entre las promesas más famosas están: “perder tantos kilos”, “llamar a mis amigos más a menudo”, “dejar de fumar”, “pasar más tiempo con mi familia” o “aprender un idioma”. Resulta alentador saber que casi nadie escribe en sus promesas “ahorrar más para poder comprar el automóvil último modelo que ví en la televisión la semana pasada” pues si ahorrar es uno de las promesas más comunes, se hace más bien para poder compartir en familia y amigos (ir de vacaciones, remodelar la cocina, etc).

Hacer una lista de las cosas que hemos estado realizando últimamente nos ayudará a tener una mejor visión de cómo van nuestras vidas, en qué dirección y qué propósitos tenemos al hacer ciertas cosas. Muchas veces descubrimos que algunas de nuestras actividades las hacemos por rutina, y no necesariamente porque nos interesen como en algún momento lo hicieron, y éso sería el momento perfecto para un cambio. Otra lista de las cosas que nos hubiese gustado hacer pero que por X ó Y no realizamos nos proporcionará ideas maravillosas y tal vez una nueva motivación.

Al tener esta última lista es necesario reflexionar acerca de los recursos, mentales, físicos y materiales que necesitaremos para alcanzar nuestros propósitos, no ser extremistas (perder 2 kilos todos los meses, llamar a mis amigos todos los días, etc) pues se sentirá como una obligación y al ser así, la motivación estará en la bajante junto con la bendita lista...

Si bien una dosis fuerte de compromiso es importante, no lo es más que recordar que los beneficios serán sólo para ti mismo, y por extensión para tus seres queridos; así que realizar un esfuerzo en pro de nuestro bienestar siempre traerá como consecuencia una recompensa.

Aprovecha este nuevo comienzo para poner todas tus energías en cambiar para mejor, en reorientar tus sentimientos en algo positivo, dejar el pesimismo y tener la convicción de que hacer algo por otros y por uno mismo es un privilegio, pues todo lo que damos nos es devuelto y muchas veces multiplicado, lo que también me hace recordarte que debes aceptar todo lo que te es obsequiado por la vida, por tus amigos y familiares, pues al recibir le das la oportunidad a otros de cumplir sus metas y de demostrarte que ellos también son capaces de realizar cambios importantes.

Si a lo largo del año necesitas motivación, no olvides leer tu lista y recuerda cómo te sentiste al momento de escribirla. Esos sentimientos de nobleza y alegría son fáciles de olvidar en momentos difíciles, pero lo bueno es que sabemos que podemos volver a sentirlos. Éxito!