Latinoamérica en el año 2020

La región latinoamericana tendrá que tomar serias y urgentes medidas económicas y sociales para las dos próximas décadas.

Recientemente se ha dado a conocer unos estudios sobre el futuro próximo para América Latina y El Caribe, exactamente para dentro de 15 años. Los pronósticos pintan un panorama sombrío para la región latinoamericana y dicen que su influencia será cada vez menor en los próximos años. Los dos nuevos estudios -uno del Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos y otro de un prominente legislador de la Unión Europea, se deben tomar en serio, aunque no demasiado según el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias. El informe también da a conocer que Estados Unidos seguirá siendo el país más poderoso de la tierra, pero menos de lo que es ahora. Le seguirán de cerca China, India y Europa, mientras que América Latina -a excepción de Chile y Brasil- prácticamente se quedará rezagada en comparación con las otras regiones del planeta. Así mismo, el informe señala que la tendencia hacia la globalización continuará en los próximos quince años, aunque el centro de gravitación de la economía mundial girará hacia los países asiáticos, dejando casi en el olvido a la región africana.

América Latina
La región latinoamericana seguirá sin beneficiarse de una mayor integración a la economía global principalmente por la "ineficiencia gubernamental", y porque "cada vez existen riesgos mayores de que surgan líderes populistas capaces de explotar la brecha entre ricos y pobres para consolidar un poder político en beneficio propio", indica el informe redactado por Rolf Lonkohr, presidente de la delegación del Parlamento Europeo para Sudamérica. Pero lo que más frenará el crecimiento de nuestra región, es la corrupción existente en los gobiernos de todos los países latinoamericanos, una lacra que si no se pone remedio adoptando drásticas medidas, afectará seriamente a la poca credibilidad que tienen éstos países, por lo que la influencia latinoamericana en el mundo, disminuirá considerablemente.

El informe Linkohr, especifica que "la región se está quedando atrás porque tiene gobiernos ineficientes, carece de sistemas de economías independientes, han descuidado la educación y porque la corrupción esta a la orden del día", denuncia el parlamentario socialista europeo. Como resultado de todo esto, la credibilidad de las élites políticas latinoamericanas es bajísima, principalmente porque están preocupados por el bienestar propio y el de su "clase social", descuidando negligentemente a la absoluta mayoría de sus ciudadanos, que en muchos países de la región -como Haití, Honduras o Guatemala- viven en una total miseria. En un mundo cada vez más dependiente de las inversiones de las corporaciones multinacionales, los países latinoamericanos tendrían que afianzar su credibilidad en diseñar esquemas que borren de raíz las corrupciones, las políticas populistas y se distribuya de una manera más equitativa las riquezas entre todos los niveles sociales de cada país.

En conclusión, los resultados de los estudios sobre el futuro de los países latinoamericanos para los próximos 15 años, es en determinada medida, un tanto desalentador, pero pone en relieve de una manera clara y concisa, que se podría evitar un descenso infrenable hacia la desacreditación en los foros internacionales; siempre y cuando se empiece de inmediato a aplicar férreas medidas de austeridad en gastos públicos y, sobre todo, en eliminar paulatinamente pero de fondo, las graves corrupciones existentes en los países de América Latina.