Le guste a quien le guste



LAS VEGAS -- La súper pelea entre Oscar de la Hoya y Floyd Mayweather Jr. ya es historia. Y como muchos de nosotros preveíamos, terminó con el más joven y el más rápido llevándose un triunfo por puntos que, le guste a quien le guste, lo confirma como el mejor boxeador libra por libra de esta era.

Eso sí, no fue fácil la cosa para Mayweather, sobre todo en la primera mitad del combate, donde no logró sacar a relucir por completo su impresionante velocidad. Es que la presión constante de Oscar no fue algo sencillo de sobrellevar.

Aún cuando el Golden Boy, por su parte, careció de su precisión, logró imponer su ritmo. Especialmente, cuando utilizó su poderoso jab, que abría el camino para otros golpes. Pero por alguna razón que él mismo desconoce, según aclaró en la conferencia de prensa posterior a la pelea, el jab, que se avizoraba como una herramienta clave en su trabajo fue perdiendo profundidad y constancia con el correr de los asaltos. Y así las cosas se le simplificaron a Mayweather Jr.