A unas pocas horas de la muerte del ex dictador chileno Augusto Pinochet, el pasado domingo 10 de diciembre, una manifestación espontánea se produjo en la rotonda de Rive en puro centro de Ginebra.
La noticia de la muerte de Pinochet empezó a correr extremadamente rápido en Ginebra, así como las cadenas de llamadas para reunirse en alguna parte. Tanto fue el furor, que a las 20h (menos de 2 horas después de que haya fallecido), la gente ya se empezaba a instalar en la rotonda de Rive para celebrar y gritar a todo pulmón a todos los pasantes sobre la noticia reciente. Desde la radio a todo volúmen de un auto, se escuchaba música de grupos nacionales chilenos y muchos transeúntes levantaban el brazo en muestra de apoyo, al enterarse del motivo de la reunión.
Poco a poco fueron apareciendo más y más banderas chilenas, sonaban las caseloras y la Trutruka (instrumento mapuche) y los gritos de la gente presente entonando diferentes slogans. Una corriente de buenas vibras se produjo en ese rincón sombrío de Ginebra, donde luego aparecieron dos guitarristas cantando canciones revolucionarias y de protesta chilenas y latinoamericanas. Hasta el himno nacional fue entonado aquella noche.
Dos intervenciones policiales se produjeron ese domingo, sin más petición que se le bajara a la música y se moviera un auto que estaba mal estacionado. Por otro lado, una reunión similar tuvo lugar el día siguiente en el parque de Bastions, Ginebra. Esa noche se reunieron alrededor de 100 personas a partir de las 19h. Sin embargo, esta vez la policía no fue tan condescendiente y llegó a parar la manifestación a falta de autorización, cosa que a las 21h ya eran pocos o nadie los que quedaban ahí.
Hay que recordar que la muerte de Pinochet no es una victoria para quiénes sufrieron de la tortura, la desaparición o muerte de sus familiares, de la cárcel y del exilio durante la dictadura militar. Los damnificados aún esperan que se les haga justicia. El ex dictador se fue tranquilo a sus 91 años, salvándose de cualquier sentencia merecida y eso no hay que olvidarlo. Los otros culpables de miles de muertes y atropellos a los derechos humanos siguen sueltos y sin ser juzgados. Durante los 17 años de dictadura (a partir de 1973), 1’200’000 chilenos tuvieron que optar por el exilio.
Por otra parte, los presidentes del Comité de Memoria y Justicia (CMJ)
y de la Asociación de Chilenos Residentes en Ginebra solicitaron en un comunicado conjunto al gobierno suizo, respuestas claras y precisas, acerca de las cuentas
de Pinochet en Suiza y lamentaron el hecho de que este haya partido sin ser condenado por sus crímenes. Paradójicamente, el general murió en el día internacional de los Derechos Humanos. La lucha por la justicia contínua….
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