El Manchester levantó su tercera Copa de Europa tras una final mayúscula con una mitad para cada bando que acabó en una tragicómica tanda de penaltis. Ahí, la ruleta viró bruscamente: las lágrimas rojas por el fallo de Cristiano Ronaldo pronto se enjugaron con los fallos azules y decisivos de Terry y Anelka. La chequera de Abramovich deberá esperar otra vez más en un año teñido de 'rojo diablo' que encumbra al United con el doblete: Champions y Premier.
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