El pasado viernes 7 de agosto se llevó a cabo la reunión anual del partido suizo de la Unión Democrática de Centro (UDC) en el Casino de Montreux. Una manifestación contra la política racista tomada por este partido fue organizada, sobre todo a causa de la propaganda donde una oveja blanca patea a una oveja negra fuera de la bandera suiza…
La publicidad en cuestión da mucho que pensar y ha creado polémica en todo el país, siendo catalogada por otros partidos como semejante al fascismo.
El UDC es un partido de derecha que ha tenido bastante peso en la política suiza en los últimos años. Ya lo vimos con las modificaciones de la Ley sobre los extranjeros y la ley sobre el Asilo el año pasado, que dificultó las condiciones para obtener un permiso de residencia en Suiza a los extranjeros provenientes de países fuera de la UE. Las condiciones para obtener el asilo, volviéndose a su vez más exigentes.
Como si fuera poco, este año lanzaron una nueva iniciativa: crear una legislación que permita la expulsión sistemática de extranjeros criminales e incluso la posibilidad de desnaturalizar a extranjeros que ya tienen la nacionalidad suiza…un poco extremista no les parece? Eso no es todo, también buscan la disminución de impuestos lo que forzosamente quiere decir disminución o deterioración de los servicios públicos que ya son insuficientes en el país comparado con otros países europeos (no se han dado cuenta que en Suiza casi todo se paga?). Por ahí escuché también, que plantean darle poder al oficial del Estado Civil de poder parar una boda en el momento de la celebración si éste tiene la más mínima duda de que es un matrimonio falso.
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Tuve la oportunidad de acudir a la manifestación mencionada y quisiera contarles un poco sobre mi experiencia en ella. La gran mayoría de los manifestantes llegamos en tren a las 19h. Éramos alrededor de 50. Ya a la salida del tren, había agentes policiales informando por walkie talkie cuantas personas venían saliendo. En la entrada de la estación nos esperaban más policías que estaban bloqueando el paso. Para poder avanzar y atravesar la barrera policial, los manifestantes empezaron a correr. Los logramos atravesar… pero no duró mucho.
Cuando íbamos caminando tranquilamente por el centro de la ciudad, antes de llegar al punto de reunión - el Casino - la policía empezó a cercar algunos de los manifestantes. Un momento después vi a gente que empezó a correr y cuando me di cuenta que me estaba quedando sola empecé a correr yo también por miedo a no volver a encontrar a la amiga con la que venía. A penas alcancé a dar unos pasos, sentí un golpe muy fuerte en las nalgas, alguien que me golpeó la espalda empujándome y haciéndome caer. Cuando traté de levantarme alguien me tomó por detrás y me apretó el cuello para inmovilizarme. Era un policía. Me pidieron mi nombre y documentos y acercaron una camioneta como indicando que me iban a arrestar. Les pregunté que porqué me pegaban si no los había agredido y no estaba haciendo nada malo. El policía me contestó que por qué hacía esto yo y mis amigos. Y le dije- hacer qué? Nadie había golpeado a nadie, nadie había roto nada, no había razón alguna para comportarse así. Lo único que pasaba es que casi todos los que estaban presentes eran muy jóvenes y estaban vestidos de negro… pero puedo constatar que absolutamente nadie venía armado, ni rompió nada durante toda la manifestación. Además, yo no conocía a nadie más que una amiga con la que había venido, lo que les dije. Al contarles esto, el policía me dijo que entonces no me juntara con esa gente porque eran unos “imbéciles” y que me fuera por otro lado. Y me dejaron ir…pero me dejaron con heridas en las manos y en las rodillas por la caída y con la mitad de las nalgas completamente moradas por el golpe dado con un bastón de la policía, además de fuertes dolores en la espalda que me obligaron a ir al hospital al día siguiente. Luego supe que no había sido la única golpeada y que dos jóvenes habían sido arrestados. Sin mencionar que todo el perímetro del Casino había sido cercado y no había manera de acercarse, por lo cual la manifestación tuvo lugar en los alrededores del Casino.
Nunca pensé que estas cosas podían pasar en Suiza… los dejo a ustedes opinar por sí mismos sobre estas políticas peligrosas y la actitud de la policía… personalmente siento impotencia e indignación porque sé que es difícil acusar a la policía y sé que ahora me tienen fichada por el simple hecho de asistir a una manifestación en un país que se supone que defiende la libertad de expresión y de manifestación…