¿Cómo seré yo cuando tenga hijos adolescentes que se enfrenten a su primera cita? en estos tiempos tan liberales y tan permisivos, en los que eso de traerlos a casa para que los padres lo conozcan está más que “out”.
A los 13 años tuve mi primer novio, y cuando mi mamá se dió cuenta de que pasaba horas al teléfono y que cierto chico me visitaba siempre, me dijo que tenía que traerlo a casa para conocerlo y así poder darle el visto bueno... De más está decir que entré en pánico, porque mi mamá siempre ha sido de esas madres que quieren saberlo todo y que pueden llegar a ser bastante indiscretas y directas a la hora de preguntar, así que mi terror era que mi enamorado se espantara y me dijera: “¿yo hablar con tu mamá? ¡Estás loca!”.
Sin embargo me llené de valor -porque no tenía otra opción- y para mi sorpresa, él reaccionó de manera muy positiva y una semana más tarde nos encontramos los tres sentados en la sala de mi casa. Yo estaba casi temblando, mientras que él estaba tan relajado y sonriente que recuerdo que hasta jugaba con los cojines del mueble mientras mi mamá le hablaba. Ella se portó muy simpática y nos dijo que éramos muy jóvenes para ser “novios” (aunque él era 3 años mayor que yo –lo que para mí ya era un hombre) y que había una palabra que a ella le agradaba más y era “amigos especiales”. A los dos nos hizo gracia pero así decidimos llamarnos, al menos en presencia de mi mamá.
Ha pasado mucho tiempo desde aquella experiencia, y con el pasar de los años pude ver cómo reaccionó mi mamá con los “amigos especiales” de mi hermana menor, que en su momento nunca tuvieron que ir a conocer formalmente a mi mamá, y pude ver también cómo es el comportamiento hacia los hijos varones, pues para mi hermano todo fue tan sencillo, que las novias hasta podían entrar al cuarto, cosa que para nosotras estaba terminantemente prohibido.
Ahora siempre pienso cómo seré yo cuando tenga hijos adolescentes que se enfrenten a su primera cita, en estos tiempos tan liberales y tan permisivos, en los que eso de traerlos a casa para que los padres lo conozcan está más que “out”. Justamente la semana pasada me topé con un artículo acerca del tema, en el que daban a los padres algunos tips o recomendaciones de qué decirles o recordarles a sus hijos e hijas adolescentes al momento de tener su primera cita, y de ellos quiero compartir un par con ustedes:
Para ellas...
• Sé lo más natural posible, pues no querrás aparentar lo que no eres. Recuerda que quieres gustarle por quien eres.
• Respétate y no tengas miedo de decir NO. Si el chico es bueno sabrá también apreciar tus valores, aún y cuando creas que hoy en día todo se vale.
• Si te sientes incómoda o sientes que alguna situación es de peligro, no dudes en tomarte 5 minutos y llama a alguno de tus padres. No importa lo que piensen tus amigos al respecto. Recuerda que la seguridad está primero.
Para ellos...
• Trátala como te gustaría que trataran a tu hermana o mamá.
• Si la notas muy callada, trata de buscarle conversación y no hables siempre de carros y deportes (al menos que notes que a ella también le interesa el tema). Escucha con atención a lo que ella tiene que decir.
• Sé caballero. Aunque estamos en el siglo XXI los buenos modales y la galantería deben prevalecer: abre las puertas y deja que ella pase antes que tú, ofrécele la silla de la mesa y, a menos que ella diga lo contrario, ofrece a pagar por la velada. Aunque ella se rehúse a dejarte pagar por todo, habrás dejado una buena impresión que hasta la más feminista de las chicas tendrá que admitir.
Mariangel Simoza-Ecker