En menos de una década, los Gobiernos peruano y chileno, se han visto envueltos en dos polémicos asuntos: los derechos de denominación de origen del Pisco y la limitación marítima de las 200 millas. A éstos dos, se suma una tercera y reciente disputa, el del origen de la papa.
Perú y Chile, aparecen nuevamente en la escena política internacional –aunque los motivos sean por atribuciones de tinte nacionalistas, y por lo tanto de escaza relevancia-, como los que se han desatado recientemente a raíz de unas declaraciones de la Ministra de Agricultura chilena, Marigen Hornkohl, quien afirmó a inicios del mes de junio que “pocas personas saben que el 99 por ciento de las papas del mundo tienen cierto tipo de vínculo genético con las papas de Chile”, declaraciones que han enfadado a la diplomacia peruana y a historiadores y Agrónomos de más de un centenar de países.
En Perú, donde la papa es una fuente de orgullo nacional, no podia pasar por alto un comentario como éste, y más aún, tratándose de una Ministra del Gobierno chileno. “Obviamente, el mundo ha sabido durante siglos, y lo sigue sabiendo, que la papa procede de Perú y que fué la papa peruana que salvo a Europa del hambre”, apuntó rápidamente José Antonio Gracía Belaunde, Ministro de Relaciones Exteriores.
Las enconadas tensiones que han despertado siempre este tipo de inútiles polémicas y disputas entre los Gobiernos de ambos países, se ha traslado, en este caso, a la población peruana. Ya sucedió con el Pisco, que tuvo que definir una Corte de Justicia Internacional, concedediéndole la razón a Perú por la denomicación de origen de este típico aguardiente peruano. El humor festivo que se ha estado celebrando en Lima, por un festival gastronómico de los mejores Chefs peruanos y españoles, que desarrollaron una exhibición de nuevos platos usando el colorido de las papas peruanas; ha cedido a la indignación por los comentarios de la ministra chilena. Asi mismo, el artista catalán, Antonio Miralda i Bou, estuvo en este festival para dar a conocer sus trabajos conceptuales que giran en torno a la papa, y expresó su total convencimiento de que éste tubérculo es de auténtico origen peruano.
El presidente peruano, Alan Gracía, estimulado por las investigaciones que indican que la papa produce más calorias por kilogramo que algunos cereales (maíz, trigo, arróz) cada vez más costosos, está intentando incentivar y aumentar el cultivo de la papa, sustituyendo en las escuelas y colegios el pan blanco por el pan de papa. Por su parte, los chilenos se consuelan con unos estudios que demuestran que más del 90 por ciento delas variedades modernas de papas de fuera de los Andes, tienen un origen común en unas papas que una vez se encontraron en la zona de la Isla de Chiloé, en sur chileno.
Pero en Perú, expertos agrónomos, respaldados por colegas de otros países, señalan que los estudios genéticos demuestran que todas las papas que se comen en el mundo tienen su origen, hace más de 10 mil años, en un único antepasado: Solanum brevicaule, hallado en la orilla norte del Lago Titicaca, que corresponde a territorio peruano. “Lo más absurdo es que la historia de la papa comenzó miles de años antes de que existiera el concepto de Estado-nación, que ya fijan las fronteras”, afirma Charles Crissman, del Centro Internacional de la papa. Pero asegura a continuación que “sí, las primeras papas provienen de lo que hoy es Perú”.
Con seguridad, como lo que sucedió con el Pisco; Chile tendrá que reconocer el verdadero origen de la papa. La disputa que aún continua abierta, es respecto a las fronteras marítimas, en la cual ambos países están enfrentados en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.
En lo que se refiere a ésta última disputa, Perú nunca ha mostrado tanta pasión y behemencia, como para reivindicar los orígenes de la papa.