Los resultados del referéndum del pasado 24 de septiembre, sobre las ratificadas leyes de extranjería en Suiza, tendrán repercusiones “de índole discriminatorio para todos los residentes extranjeros en este país procedentes de otros lugares que no sea la zona euro”, desvela Vania Alleva, Presidenta de la Comisión USS para la Migración.
La nueva Ley sobre extranjería aprobada en el Parlamento helvético, que luego fueron refrendadas por una abrumadora mayoría de la población suiza en la consulta del último domingo de septiembre pasado, se aplicarán a partir del primero de enero del 2008. A pesar que diferentes organizaciones, entre ellas la UNIA, desplegaron una incesante campaña en contra de esta propuesta del gobierno suizo, un 68% de los consultados votaron por el “SI”, otorgando de esta manera “carta blanca” a Christoph Blocher y la derecha suiza para que la muralla helvética se fortifique aún más de lo que era hasta ahora.
Cerrojo para los inmigrantes fuera de la zona euro
“Con la nueva ley de extranjería, es prácticamente imposible que vengan personas procedentes de otros países que no pertenezcan a la Unión Europea”, afirma Vania Alleva. “Sólo se darán algunas excepciones para personas que tengan alguna profesión altamente cualificada y que puedan tener la fortuna de encontrar plaza en el mercado laboral suizo. Esto, sin duda, es una clara discriminación para mucha gente. De hecho, con estas medidas, lo que se originará es que el número de “sin papeles” aumente. El gobierno suizo afirma que existen cerca de 90,000 “sin papeles”, pero otras organizaciones denuncian que el número se acerca a los 300,000”.
Cómo afecta a los inmigrantes “no europeos” en Suiza?
“La ley contiene puntos muy delicados que tocará la vida de los inmigrantes fuera de la UE ya establecidos en Suiza. Uno de ellos, es el que concierne al derecho de acceder al permiso C. Tendrán que pasar 10 años para que un inmigrante con el permiso B, pueda tener el C, y después de que el Departamento de Migraciones lo apruebe. Ningún motivo razonable justifica una discriminación jurídica basada en el pasaporte de los y las inmigrantes que trabajan en Suiza. Sin embargo las Cámaras Federales han adoptado medidas que colocan a estas personas provenientes de países fuera de la UE en una situación precaria y ha sembrado múltiples obstáculos para su proceso de integración. El hecho de que los inmigrantes ya establecidos de países distintos a los de la UE queden en peor situación que los provenientes de la UE, no hace más que constatar la importancia de la discriminación de esta ley. Sin este derecho de igualdad, la mano de obra poco cualificada o los y las inválidas pueden olvidarse de cualquier esperanza de obtener la residencia (permiso C) en este país”, continúa denunciando Vania Alleva.
Matrimonio y reagrupación familiar
Las posibilidades de reagrupamiento familiar se han reducido también bastante. Mientras que los y las extranjeras de la UE pueden pedir el reagrupamiento sin limites de tiempo para sus hijos o hijas hasta los 21 años, los y las extranjeras de fuera de la Unión Europea no disponen más que de cinco años para hacerlo con el agravante que el derecho de reagrupamiento es solamente válido durante 12 meses para el infante de más de 12 años. Si el reagrupamiento familiar rápido favorece la integración, es importante que no olvidemos que no siempre es posible hacerlo así en razón de otros obstáculos (ingreso, alojamiento adecuado, etc.). Los infantes nacidos de un matrimonio binacional del cual el padre o la madre son suizos solo tienen derecho a la autorización de establecimiento hasta la edad de doce años. De esta manera hasta los suizos y suizas salen en parte desfavorecidos si se compara su situación con la de las personas de la UE. En el reagrupamiento familiar la mayoría de la Cámara ha perdido toda su mesura en las deliberaciones sobre la Ley de Extranjería. Por otro lado los matrimonios binacionales no tendrán su tarea fácil en un futuro: los y las funcionarias del estado civil pueden negarse a registrar un matrimonio simplemente porque sospechen que se trate de un matrimonio en blanco. La pregunta sobre como esos funcionarios constataran que se trata de un matrimonio en blanco no ha sido abordada. Todas estas decisiones abren la puerta a la arbitrariedad o a al espionaje y limitan un derecho fundamental como es el de la libertad de contraer matrimonio.
Estas son algunas de las nuevas medidas oficiales sobre extranjería que empezarán a aplicarse a inicios del año 2008. La mayor discriminación es que, estos nuevos reglamentos, solo se aplicarán a una parte de la inmigración en Suiza. Los directos perjudicados, los provenientes de América Latina, Africa, Asia, y Europa del Este. Esta nueva Ley de Extranjería coloca nuevas barricadas alrededor de suiza, pero también –y sobre todo-, en su mismo interior.