Hizo falta esperar un cuarto de hora para disfrutar, si no de un gran fútbol, sí de una ópera prima de 'Champions' más que digna. Y más de 90 minutos de interés certificar la primera victoria del Madrid en la competición de sus amores.
El Werder Bremen no fue un invitado insulso. Hizo trabajar a los de Schuster y metió miedo con un espléndido jugador: Diego.
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