¿Y después del petróleo, qué? previsiones globales ante una posible crisis energética y ¿Petróleo: bendición o maldición? Manejo actual de los recursos energéticos en América Latina, fueron los temas de mucha actualidad que abordó el Prof. de la Universidad de Berna, Michael Altmann; en conferencias organizadas en mayo por la Asociación LatinoAmérica-Suiza (ALAS) de Berna.
Altmann se refirió entre las conclusiones que el precio del petróleo se mantendrá al nivel actual (60-80 dólares), con una tendencia en alza provocada por catástrofes naturales (ciclones, terremotos) y/o inestabilidad/inseguridad política (por ejemplo en Irak o Irán).
El precio actual de la gasolina y de otros carburantes no es aún suficientemente alto, como para provocar la implementación a corto plazo, de nuevas tecnologías energéticas (basadas en energías renovables). El retraso en su introducción, acentuará los problemas políticos, económicos y sociales del necesario paso a una economía post-petróleo. A pesar de la dificultad de predecir las existencias globales del crudo y del futuro precio del petróleo, hay motivos suficientes para recortar su consumo. Entre los que más destacan:
Geopolíticos: cortar la dependencia de países productores de petróleo de estructura social inestable en los que la bonanza refuerza la injusticia social y provoca conflictos étnicos y religiosos.
Ecológicos: las metas de Kyoto recortarán la producción de dióxido de carbono y el efecto invernadero que estan causando el cambio climático actual con efectos negativos como el calentamiento de la atmósfera (ciclones, huracanes, desertificación, lluvias torrenciales) y el descongelamiento de los glaciares polares -aumento del nivel de agua de los océanos-.
Por cado 10 dólares de aumento de precio del barril de crudo, aumenta un 5% el PBI de Venezuela, 4% de Ecuador y un 1% el de México y Colombia.
El efecto positivo se ve contrarestado por la subida global de intereses que aumenta la deuda externa de países como Brasil y Colombia (coeficientes de deuda del 50% del PBI). En paises con estructuras políticas poco desarrolladas (corrupción, falta de democracia) la dependencia del petróleo tiende a aumentar los problemas; ya que fortalece la formación de monopolios y grupos de poder. La explotación del petróleo extrae fuerza de trabajo de otros sectores importantes de la economía y perjudica la exportación de productos manufacturados (industria, agricultura).
El 37% de las exportaciones netas de materias primas en Latinoamérica se deben al petróleo, las entradas de divisas pueden aumentar el capital humano y tecnológico, ayudar a desarrollar infraestructuras necesarias. Estas entradas deberán ser usadas para combatir la pobreza, eliminar la deuda externa que alcanza los 720‘000 millones de dólares y desarrollar tecnologías que alivien la dependencia de las extranjeras.
“Ya que LA no se puede convertir en un competidor de los países asiáticos de producción de bajo costo, su única salida es la de invertir en alta tecnología y bienes de servicio fomentando la educación y la preparación profesional”, concluyó Altmann.
Bolivia ejerce el derecho de propiedad sobre sus propios recursos
Evo Morales, Presidente de Bolivia, sorprendió a la región y a algunas de las más importantes compañías energéticas de Europa cuando, apareció el 1 de mayo en una planta de gas y anunció la nacionalización de los sectores petroleros y gasíferos del país.
Morales, aseguró ante el Parlamento Europeo que con la nacionalización de los hidrocarburos no se plantea indemnizar a las empresas afectadas por la nacionalización de los hidrocarburos porque no se trata de una “expropiación” de activos o tecnología, sino de ejercer “el derecho de propiedad sobre los recursos de Bolivia”. “No se expulsa ni se expropia a nadie”.
“Cualquier empresa que invirtió en mi país tiene todo el derecho a recuperar su inversión y las utilidades, pero no el control. Serán socios, no dueños de nuestros recursos”, afirmó Morales.
En su intervención el líder boliviano explicó la nacionalización como una forma de prevenir la inmigración económica de latinoamericanos a la UE. “Para que haya seguridad jurídica tiene que haber seguridad social”, afirmó.
Respecto a España, Morales no la ha incluído entre los países que ayudan incondicionalmente a Bolivia (Venezuela, Cuba, Japón y Dinamarca) porque el Ejecutivo no ha cumplido su compromiso de doblar las ayudas y condonar la deuda.
La medida fue una promesa electoral que llevó a Morales al poder en uno de los países más pobres de América Latina. Pero confundió a muchos inversores, que esperaban que el gobierno la hubiera discutido previamente con ellos.
La decisión de Morales también ha generado temores en Brasil y Argentina, que importan gas de Bolivia, sobre posibles aumentos en los precios de la energía.
El gobierno de Chávez está molesto por el hecho de que Perú, Colombia y Ecuador preparen acuerdos de libre comercio con Estados Unidos.
Bolivia ha dicho que podría abandonar la Comunidad Andina (CAN) por la misma razón y el gobierno de La Paz ya informó a Bruselas de que no está preparado para las negociaciones de comercio con el bloque.
Cumbre entre la Unión Europea y América Latina
Del 12 al 14 de mayo se realizó en Viena, Austria la Cumbre entre la Unión Europea y América Latina, donde participaron 60 estados y Jefes de Gobierno.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea, América Latina y Caribe, llegaron a pactar términos de la declaración de la Cumbre de Viena, acerca de la apertura de negociaciones sobre relaciones y comercio entre la UE y Latinoamérica, luego de que el bloque ha visto a Estados Unidos cerrar acuerdos de libre comercio individualmente con países de América Latina.
Todos estos países rechazaron además la Ley estadounidense Helms-Burton de embargo a Cuba, porque “supone una seria amenaza al multilaterismo”.