La actriz mexicana Salma Hayek ahora sí que renegó de sus raíces como actriz y perdió la sencillez con sus admiradores.
Hayek visitó un lujoso restaurante en Beverly Hills a donde fue a comer con su amiga Ashley Judd. El momento bochornoso para la actriz llegó cuando un admirador se percató de su presencia y de inmediato se acercó para que le firmara una fotografía.
Acto seguido, Salma observa la fotografía y se da cuenta de que efectivamente era una foto suya, pero del año de 1988, cuando debutó en la televisión mexicana en la telenovela de don Ernesto Alonso, "Un Nuevo Amanecer", al lado de Jacqueline Andere, Pedro Armendáriz Jr. y Blanca Guerra.
Hayek, quien es la actual esposa de uno de los millonarios franceses más conocidos y recién madre de una niña, se negó rotundamente a firmar tal retrato, argumentando que esa mujer de la imagen no se parecía a ella y por lo tanto que no la firmaría, informó el blog Vidadecelebridad.com.
Seguramente el admirador de Salma se quedó con el corazón roto después de la actitud de la morena de Hollywood, quien probablemente se avergonzó de sus raíces actorales.
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