Robinho, para mal y para bien



Un Robinho maldito y genial acaparó todo lo bueno y lo malo que se puede esperar de una estrella del Madrid en un Bernabéu que aulló sus pifias y coreó sus lujos. Este futbolista loco, diferente, que presume de sus filigranas y no esconde sus fallos, guió a un turbio Madrid ante el Olympiacos, que con 10 jugadores dio varias lecciones de contragolpes y puso contra las cuerdas a Casillas, autor de una parada inigualable en el descuento (4-2).


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