Se cuestiona seriamente las remesas familiares

Cerca de 40 millones de latinoamericanos que vivimos en el exterior, enviamos más de 35 mil millones de dólares a nuestros familiares cada año.


Este dinero que va directamente a las gente más necesitada, puede ser un serio riesgo para la futura economía de los países de la región.

El fenómeno de la migración latinoamericana que se ha multiplicado desde inicios de los ochenta, ha propiciado directamente que muchos países, como los de América Central, salgan de la pobreza absoluta. Todo ello, debido a las remesas familiares, dinero que se envía a los que quedan en casa.
Solamente de Estados Unidos, salen cerca de 28 mil millones de dólares anuales hacia América Latina, sin contar los procedentes de Europa, Japón, Australia y otros países en los que residen millones de latinoamericanos.
Estos miles de millones de dólares, que superan en muchos casos a las principales exportaciones de muchos países, se pensaba hasta ahora que eran una bendición; sin embargo, los países que hagan planes para el futuro basándose en estos ingresos se están exponiendo a una catástrofe, según un informe elaborado por expertos norteamericanos y dado a conocer recientemente. Por el momento, no hay duda que las remesas que envían a sus países de origen los cerca de 40 millones de latinoamericanos que vivimos en el exterior, están creciendo a un ritmo vertiginoso y están financiando una buena parte del crecimiento económico de muchos países de la región. En muchos casos, los envíos equivalen a más que todas las inversiones extranjeras, el turismo y otras fuentes de ingresos.

Los más favorecidos
El estudio finalizado a finales del pasado año, especifica que México es el país al que más llegan remesas procedentes de EE.UU, principalmente. A finales del 2003, recibió 13,300 millones de dólares, lo que significó un incremento del 35% sobre el año anterior. Brasil recibió $ 5,200 millones, El Salvador $ 2,300 millones, Guatemala $ 2,100 millones, Honduras y Ecuador $ 1,900 millones cada uno, República Dominicana $ 1,700 millones, Jamaica $1,600 millones, Cuba $ 1,300 millones y Perú $1,200 millones, entre los más destacados. Estos datos los respalda el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que señala que la mayoría de estas remesas son destinadas al sector de la vivienda. La misma entidad financiera, que empezó a centrar la atención sobre el "boom" de las remesas desde hace cinco años atrás, ha lanzado un programa para que los bancos comerciales usen estos envíos de dinero regulares como garantías para dar préstamos a quienes las reciben, para que en el futuro puedan emprender una pequeña empresa o negocio privado.

Los riesgos de las remesas
Según el estudio elaborado por la Universidad de Columbia (USA), muchos de estos planes pueden estar basados en premisas falsas, porque lamentablemente no se basa en hechos, ya que la mayoría de los países cometen el error celebrando los beneficios de las remesas sin evaluar las limitaciones de las mismas. Las advertencias parten de que las remesas pueden empezar a caer pronto, a medida que los inmigrantes latinoamericanos, en cualquier parte del mundo, empiecen a integrares en la sociedad donde residen, traer a sus familiares más cercanos, y por lo tanto, dejan de enviar dinero a casa. Aquí en Europa, un claro ejemplo de este riesgo, es el de Turquía; con una diáspora de mucha importancia en Alemania. Las remesas de los turcos en Alemania a su país crecieron enormemente en las décadas de los ochenta y noventa, llegando hasta los $5,200 millones en 1998, comenzando a caer gradualmente hasta que a finales del 2002, solo llegaban a los $2,700 millones. Todo ello, debido a las reunificaciones familiares en Alemania. Retomando lo referente a Latinoamérica, la mayoría de los envíos que llegan a estos países, son usados para comprar bienes de consumo, en lugar de ser utilizadas para la educación o ahorradas para ser invertidas en la posteridad. En definitiva, la pregunta prudente es saber si los países latinoamericanos puedan hacer planes para el futuro pensando en estos envíos de dinero. Creo convencidamente que se debe tomar en cuenta lo que ha sucedido con Turquía.