Cuentan aquellos que conocen bien a Yuri que después de que su madre Dulce Canseco se quejó de abandono, maltrato y hasta de que su güera del alma amenazó con odiarla después del último lío en el que se vio envuelta por el que estuvo a punto de pisar la cárcel por supuesta estafa.
la cantante ya no halla la manera de que de una vez por todas la deje vivir en paz, sin tener que estar al pendiente de que se meta en un nuevo lío del que no pueda salir bien librada. “Mi mamá no es ninguna niña para que yo me la pase cuidándola, bien que sabe lo que hace”, reconoce.
Yuri no tiene uno, sino demasiados motivos para querer tener a su madre más lejos que el sol; entre más lejos mejor, debido a todos los dolores de cabeza que siempre le acaba dando siendo su peor pesadilla de los cinco últimos años, pero mientras doña Dulce asegura que lo único que pide es un poco de amor y atención de parte de la más famosa de sus tres vástagos, quien se ocupa de cuidar más de su marido que de enterarse de sus necesidades y estado de salud.
La güera se la pasa justificando su distanciamiento de la mujer que le diera la vida, pues está cansada que se diga que su madre es una supuesta abusadora de menores y estafadora. “Yo me preocupo por ella, pero cada una tenemos una vida y un prestigio que cuidar”, dice la rubia cantante tratando de deslindarse de las declaraciones y sobre todo de las actitudes de su progenitora.
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