Richard Egues

Suena la flauta Richard

Richard Egues, el más grande flautista de orquesta charanga en el mundo, nació el 26 de octubre de 1924 y arribó a los 85 años; su fallecimiento ocurrió el 1 de septiembre del 2006. En el programa “Así” de Radio Rebelde le ofrecimos un extenso homenaje junto a sus hijos Gladis y Manolito.

Cuba es la meca de los flautistas de charanga, formato inventado en La Habana: Joseíto Díaz, Joseíto Valdés, Arcaño, Fajardo, Lozano, pero donde llegó Richard no llegó nadie. Con su flauta Boom alcanzaba un sonido brillante y agudo, una velocidad asombrosa en los floreos, en la forma de quintera, en la creatividad, la versatilidad tímbrica en el sonido, con esa sabrosura cubana, no lo alcanzó nadie. Le llaman sus colegas el “Salvaje”, el “Monstruo de la flauta”.

Para alcanzar este perfecto entrenamiento, Richard dominaba siete instrumentos de percusión y de viento. Trabajó en bandas, donde se adquiere un gran oficio. Es uno de los pocos músicos que es genial en la interpretación, la composición y la orquestación, todo lo hacía muy bien. Por ese motivo su colega, el director de la orquesta Aragón, Rafael Lay, lo catalogó como uno de los dos músicos preferidos, junto a Enrique Jorrín.

Richard llegó a la Aragón el 5 de enero de 1954, Rafael Lay dijo en aquel momento: “Si Richard acepta quedarse en la Aragón, de seguro que la orquesta triunfará”. La Aragón no fue una orquesta más, es la Charanga eterna, la sinfónica popular en miniatura de Cuba, el sonido de los grandes momentos de la música cubana.

Las composiciones de Richard son para la historia, las más conocidas: El bodeguero –el segundo cha cha chá más famoso del mundo-, Calculadora, Sabrosona (con Lay), El trago, La muela, La cantina, Bombonchá (con Rafael Ortiz), El cerquillo, Españolita, El cerquillo, Que viva el cha cha chá, El Cuini, Gladis, Picando de vicio, Guajita para ti, Amorós se la comió, Bella muñequita y muchas más.

Su hijo manolito al cuidado de la obra de su padre, me informa que ya tiene rescatadas de los archivos, 22 composiciones y 19 en vías de reconocimiento. “Richard regaló muchas obras –me cuenta Manolito-, otras fueron verdaderamente saqueadas, como fue el caso de Calculadora que la registraron en EE.UU., sin consentimiento”.

Fernando Agüero, historiador de las grabaciones de la Aragón me cuenta que la orquesta ya arribó a las 689 grabaciones, en casi todas está la flauta de Richard; sin contar las presentaciones que hizo en las descargas entre 1956-1958, con Cachao, O´ Farrill, Peruchín, Bebo Valdés.

Compartí muchas entrevistas con Richard Egues, vivía de la manera más sencilla del mundo, se entretenía afinando pianos, inventando; no iba de gran divo, de prima donna, era sencillo como una flauta de música, como un madrigal francés.