Con la reciente entrada en vigor de la nueva Ley de Extranjería, la situación de los inmigrantes NO comunitarios residentes en Suiza cobra mayores dificultades, al mismo tiempo que limitará la inmigración extranjera al país helvético.
La nueva Ley, que rige a partir del primero de febrero del año en curso, origina enormes limitaciones para los extranjeros que pretendan trabajar en Suiza y que no pertenezcan a los 25 países de la Unión Europea. Contrariamente a estas trabas, la misma Ley da prioridad a trabajadores cualificados procedentes de la UE, dándose casos muy limitados en los que las autoridades suizas darían permisos de entrada a personas fuera del perímetro comunitario, y sólo como mano de obra en hostelería y mantenimiento, principalmente.
Nuevas ordenanzas
Entre las nuevas normas emitidas por la Oficina Federal de Migraciones, se considera que si un extranjero habla perfectamente uno de los tres idiomas oficiales suizos, de acuerdo en la región que resida, podría agilizar la obtención del permiso C (Niederlassung) en el lapso de cinco años, en lugar de los diez que se tenía que esperar anteriormente.
Con esta nueva ordenanza, las autoridades helvéticas pretenden incentivar una mayor integración de los extranjeros en los ámbitos del respeto al ordenamiento jurídico, los principios democráticos y una participación más activa en la vida económica suiza. Esto servirá en el momento de la prolongación del permiso de residencia, donde las autoridades cantonales tendrán en cuenta el grado de integración familiar en la sociedad suiza.
Con estas medidas se pretende, también, evitar la exclusión del extranjero cuando busca una formación profesional para una mayor participación en el campo laboral y en las organizaciones sociales, y de paso, eludir que vivan al margen de la sociedad y las leyes.
Comunitarios y no comunitarios
En uno de los recientes informes del Departamento de Estadística, se da a conocer que en los últimos diez años, la población extranjera en Suiza procedente de países que no pertenecen a la Unión Europea (Africa, Latinoamérica, Asia y loa países del Este) ha aumentado en cerca del 18%. Este aumento ha repercutido directamente en el recorte del Derecho de Asilo y en ampliar los requerimientos para las solicitudes de cualquier tipo de visa.
Asimismo, la nueva Ley de Extranjería, favorece abiertamente la entrada de extranjeros provenientes de los 25 países de la Unión, aparte que les brinda oportunidades para ocupar puestos de trabajo de alta y media capacidad profesional; opción que no tienen acceso los inmigrantes procedentes de otros países.