Colombia: A Orlando Rodríguez, cuando saluda se le iluminan los ojos, quizá por la emoción de seguir vivo o quizá por los 13.400 voltios que recibió de un cable de alta tensión, mientras trabajaba atado a un poste como todos los días, desde hace ya 13 años.
“De pronto la imprudencia, saqué unos cables, los halé y ellos tocaron el primario y por ahí me salió la descarga eléctrica”, precisó Orlando.
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