Y vamos a seguir de brazos cruzados?

“Sabemos que la muerte es parte de la vida y que de una manera u otra estamos en este plano terrenal de paso”....

A mi entender, resulta preocupante la cantidad de crímenes, atracos y asaltos cometidos a diario en nuestro país. Pero lo que más me invita a reflexión es la indiferencia y el conformismo con el que lo toma la población, lo cual es un fenómeno social muy peligroso y anormal.

Sin darnos cuenta se está fomentando la cultura de la tragedia callejera como algo natural, se nos escapa de las manos la sensación de ser físicamente libres. ¿Estamos invirtiendo el tiempo en enseñarles a las nuevas generaciones a cómo defenderse de esta “Selva de Cemento”, sin tomar en cuenta que algo más productivo sería volver a dar a luz esos valores perdidos que hace exactamente una década disfrutábamos de ellos y sin darnos cuenta que los hemos enterrados?

La frivolidad del gobierno, que prefiere invertir en sueldos millonarios en vez de darle y prestarle atención al presupuesto de educación, salud y a un buen programa de seguridad social avocado a la excelencia, ha provocado el desmoronamiento de la sociedad, ha desgastado de manera dramática la existencia humana y su cotidiana manera de vivir, haciéndonos añorar tiempos pasados.

Pertenezco a una generación que cuando fuimos adolescentes saboreamos la libertad de es vivir en paz, razón por demás, de estar totalmente predispuesta ante la actual barbarie callejera. Conocimos que existe otra manera de vivir muy distinta a esta y todos nosotros los que tuvimos el privilegio de sentarnos en el malecón a observar una puesta de sol, o porque no, a machacar un almendro, parar un coquero, una bicicleta de caña, caminar libres y felices, sin miedos, a cualquier hora del día o de la noche sin el temor de perder el bien más preciado que nos otorgó la Creación: La Vida.

Todavía estupefacta por el asesinato de la joven del El Millón, así como por los atracos que relatan mis amigos y allegados, nos da la sensación de estar viviendo en un país donde no se tiene el más mínimo respeto al ser humano, sin instituciones a cargo de administrar justicia. Estos actos violentos de esa naturaleza se repiten todos los días sin importar los estratos sociales.

Sin apasionamientos ni desdén, con todos mis derechos, al ser ciudadana de esta media isla. Que alguien me explique: ¿qué hace o está haciendo el gobierno para salir al frente a este terrible caos que aqueja al país? En cualquier país del mundo desarrollado, o en vía de desarrollo, esto se traduce como “Crisis Institucional” es la incapacidad altamente demostrada de un Estado cuando no logra cumplir con tareas tan elementales y esenciales como es garantizar la vida y seguridad de sus ciudadanos y ciudadanas.

Necesitamos un cambio estructural del sistema social y político por uno que opere de manera evolucionada y eficiente.

Apoyaríamos grandemente, si cambiáramos todos los ciudadanos de manera individual, porque desgraciadamente si seguimos esperando que esto llegue desde el Estado, moriremos en el transcurso de la espera. Todo parece que la raíz de este desastre fue orquestada para que todo se haga dentro de la más absoluta impunidad, porque ello garantiza la corrupción, el crimen organizado y el enriquecimiento rápido e ilícito, por ende, subyugar la autoestima de la población.

Cada vez que observamos, escuchamos o en su defecto nos toca de manera directa un asalto o atraco se nos queda la terrible sensación de desamparo lo que se traduce en una auténtica orfandad de justicia y ansiedad colectiva.

Geográficamente, y por la extensión territorial que nos toca como media isla, y por censo, somos una nación perfectamente controlable, donde se podría lograr un equilibrio perfecto. Así que esperar, si en verdad hubiese una férrea voluntad política para el cambio, este se diera sin ningún contratiempo.

A simple vista lo tenemos claro. El gobierno actual no está en la buena voluntad de priorizar este problema. Sus intereses están puestos en las elecciones del 2010. Y es allí donde tiene su empeño.

Aparentemente les importa un comino si mueren o no ciudadanos, porque creen ellos que con su clientelismo les dará los sufragios suficientes, y así lograr triunfar y derecho para seguir manejando el patrimonio de todos nosotros los dominicano(as) que al parecer es lo único que les interesa.

Tiempo de cambio, en el corazón de cada dominicano y dominicana, vamos a injertar yardas de amor y respeto ciudadano. Porque lo que este país necesita es mucha solidaridad y compromiso real del Estado, y de sus ciudadanos por el país, aportar con educación dando paso para que surja dentro de cada uno de nosotros un guardián.

Este país se está hundiendo y los ciudadanos indiferentes lo permitimos con esta actitud de ver para otro lado, de no asumir compromisos, ni atrevernos a decir ¡Basta!!